Llegando a su hogar después de otro día duro de trabajo, Min YoonGi metió la llave y abrió la puerta, escuchando las voces de los niños y el televisor encendido. Liberando su hombro del peso del maletín, se aflojó el nudo de la corbata y cerró la puerta con un golpe seco.
—¡¡Papá!! —gritaron sus dos hijos, corriendo hacia él.
Enganchándose a sus piernas como koalas, Taeyang y Eunji le sonrieron, impidiéndole que avanzara hacia el comedor.
—¿Cómo se portaron hoy?
—¡Muy bien! —contestó Eunji, quien era una copia idéntica de su padre pero en versión femenina—. Hoseok nos dio chocolate para la merienda.
—Dijo que si hacíamos la tarea bien, nos compraría Snikers —explicó Taeyang, cuyo apariencia física tiraba más a la madre, pero en carácter era parecido a su padre.
—Pero solo nos compró una barrita a cada uno —añadió Eunji, abultando sus labios.
—Y bien que hizo, si coméis mucho chocolate luego os duele la barriga.
Consiguiendo que sus dos hijos soltaran sus piernas, se dirigió al comedor, entrando y advirtiendo las mochilas y los cuadernos de la escuela esparcidos por la mesa. No le gustaba el desorden, y solía ser muy estricto respecto a ese tema, pero en aquel momento no podía importarle menos.
—Buenas tardes, señor Min.
Ahí estaba, esa voz con la que soñaba todas las noches. Volteándose, sonrió de lado al ver al responsable de sus sucias fantasías.
—Buenas tardes, Hoseok, ¿cómo se portaron estos diablillos? —preguntó, deshaciendo el nudo de su corbata.
—Estupendamente. Después de la escuela fuimos a comprar el material para la clase de arte de Eunji, y luego compramos la merienda, les dije que si terminaban la tarea les daría un Snicker a cada uno.
YoonGi asintió, pensando en lo bien que se vería atarle las manos con su corbata en el cabezal de su cama.
—Oh, perdone el desorden, estuvimos casi una hora haciendo la tarea —se apresuró a decir, aproximándose a la mesa y recogiendo con prisas los cuadernos, metiéndolos dentro de las mochilas—. ¿Le apetece tomar algo? ¿Un café?
"Me apetece desnudarte y follarte contra la mesa".
—Un café está bien.
—¿Con leche y extra de azúcar?
—Como a mí me gusta.
Hoseok asintió y entró en la cocina que conectaba con el comedor; se había vuelto una costumbre prepararle el café al señor Min cuando este regresaba del trabajo.
Taeyang y Eunji se lanzaron al sofá, peleándose por el control remoto del televisor. Como no pudieron entenderse a gritos, llamaron a su padre en busca de ayuda, pero YoonGi estaba muy ocupado reteniendo en su cabeza la imagen del trasero de Hoseok.
—Niños, cállense.
No alzó la voz, pero ambos obedecieron de inmediato. Sabían perfectamente las consecuencias de hacer enojar a su padre.
Consciente del alboroto que causaban, decidió irse a su estudio privado para terminar de evaluar los proyectos que había recibido ese día. Su trabajo como arquitecto no finalizaba nunca. Cogiendo el control remoto, se lo dio a Eunji, acabando con esa tonta pelea.
Saliendo del comedor, subió las escaleras, abriendo la primera puerta del segundo piso. Aquel estudio era como su refugio; muchas veces pasaba horas ahí dentro, trabajando o simplemente fingiendo estar trabajando para no estar con su mujer en la cama.
Encendiendo la luz, dejó el maletín sobre el escritorio, retirando su silla para tomar asiento. Sacando el ordenador, lo colocó con cuidado sobre la superficie de madera. Aunque fuera un trabajo pesado, no le importaba encerrarse y pasarse allí las horas. Esas últimas semanas habían sido dedicadas exclusivamente a su trabajo y a sus hijos cuando disponía del tiempo suficiente para pasarlo con ellos.
Abriendo la carpeta donde guardaba los proyectos, puso el montón al lado del ordenador, cogiendo el primero y leyéndolo atentamente. Sin embargo, su atención pronto se desvió. A los dos minutos, llamaron a la puerta, asomando Hoseok.
—Señor Min, le traigo el café.
—Déjalo aquí —señaló, señalando un hueco en la mesa.
El menor entró, sosteniendo una taza humeante entre sus manos. A YoonGi le gustaba lo educado y servicial que era Hoseok con él, pero más le gustaba imaginárselo en su regazo, azotándolo.
—¿Quiere algo más?
Olvidándose momentáneamente de los proyectos, hizo lo que tanto le gustaba hacer.
—Quiero muchas cosas, Hoseok —dijo, mirándole fijamente—. Y algunas muero por tenerlas ahora mismo.
El chico no pudo sostenerle la mirada, rompiendo el contacto visual casi enseguida. No era la primera vez que el señor Min le hablaba tan... enigmáticamente, si es que pudiese llamarse así. Su tono de voz cambiaba, hablándole casi en un susurro, sus ojos escrutándole intensamente.
Únicamente cuando estaban los dos solos, esas señales se hacían más evidentes, como en ese momento. Hoseok no era idiota, y tenía la ligera sospecha del por qué actuaba así, pero siempre era más sencillo hacerse el loco y aparentar que nada sabía.
Levantándose, YoonGi se le acercó, quedando sus rostros a escasos centímetros. A decir verdad, Hoseok tampoco hacía nada par evitar esas situaciones, lo que daba pie a mayor tensión entre ellos a medida que transcurrían los días.
—Me gusta que quieras verte bien para mí —susurró, poniendo una mano en su cintura.
—N-No... Eso no es...
—Tu pendiente —le interrumpió, alzando la otra mano y tocando el adorno que colgaba de su lóbulo—. El otro día te dije que me gustaba verte con el, y desde entonces que no te lo has quitado.
Hoseok no replicó porque era verdad. No estaba seguro de por qué lo había hecho, quizás porque en el fondo le gustaba oír los halagos del señor Min; le hacían sentirse especial.
—Con... Con su permiso, me iré ya...
—Pero volverás —afirmó, acariciándole la zona de detrás del oído—. Dime, ¿te gusta estar aquí?
No supo si se refería a cuidar de sus hijos en casa o estar con él a solas. Fuera una cosa u otra, fue sincero.
—Me gusta estar aquí —susurró.
YoonGi dibujó una ladina sonrisa en su rostro.
—A mí me gustaría estar en un lugar más íntimo... contigo.
. . . . .
Siento si estos días he estado un poco inactiva, pero tuve asuntos familiares y me ocuparon todo mi tiempo, a penas pude escribir nada
Pero estoy de vuelta con algo fresco :D
¡Gracias por darle una oportunidad a este nuevo fic!
¡Besitos!
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DELIRIUM {YoonSeok}
FanfictionMin Yoongi está casado y es padre de dos hijos. Jung Hoseok es un estudiante universitario que cuida de los hijos del señor Min. El matrimonio y la vida "perfecta" de Yoongi se tambalea cuando se da cuenta de que le gusta jugar con fuego. Pareja: Y...