¡Hyung! ┊Yoonmin

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Dos años después...

-¿Qué carajo tienes en esta caja, piedras?- La voz histérica de HoSeok inundó todo el departamento.

Tiró la caja a un costado, junto a todas las demás y fue a acostarse en mi sofá nuevo, junto a Jungkook.

-Lleva a tus amigos, Yoongi, serán de gran ayuda- Rodé los ojos intentando imitar la voz de mi madre. -Son unos holgazanes.

-Es tu mudanza, no la nuestra.

-¡Yo ayudé cuando te mudaste, pedazo de desagradecido!- Jungkook rió e hizo un ademán de que le importaba una mierda.

El siguiente en pasar la puerta de mi nueva casa fue un sexy peli-negro, quien llevaba cargando un par de cajas. Miró a todos lados antes de acomodar cuidadosamente las cajas sobre otras tantas en el suelo.

-Oh no- Dijo Jungkook-Vámonos Hope, ya nos necesitan más aquí. Ellos harán otro tipo de cosas.

Jung suspiró levantándose del cómodo mueble -Estos niños de ahora...

-¡Hey!- Grité, incluso si ellos ya estaban el pasillo del edificio -Prometieron ayudarme...

Mi novio rió y fue hasta mi lado para besar mi mejilla -Ya ya, estoy aquí y te ayudaré con lo que pueda.

Mis brazos se cerraron alrededor de su cintura y sus manos fueron a parar a mis hombros.

Me besó suavemente, antes de dejar su cabeza apoyada en mi hombro. Su respiración golpeaba mi cuello, causándome tontas cosquillas.

-Quisiera que te quedaras conmigo.

Se separó un poco y movió sus manos entre nosotros -Yo también quiero, pero mis padres...

-Si si, lo sé. Aún no eres mayor de edad- Suspiré -Al menos vendrás a visitarme todos los días ¿cierto?

-Claro que si, tonto- Se carcajeó, antes de separarse completamente y caminar a la puerta para traer más cajas al departamento.

-¿Dónde quedó el tierno Jimin que me llamaba de usted y no paraba de llamarme "Hyung" con tanta emoción?- Pregunté entre divertido y nostálgico, mientras bajábamos para seguir descargando mis cosas.

-¡Murió el día en que le robaste la inocencia!- El grito de Jungkook alertó incluso a los hombres que llevaban los muebles a mi nueva casa. Unos nos miraron divertidos y otros tantos, asqueados.

-Cierra la boca, imbécil.

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No fue hasta la noche que el edificio dejó de tener tanto movimiento y terminamos de dejar todas mis cosas en mi hogar.

Despedimos a Jungkook y HoSeok, y después rogarle a los padres de mi chico para que pudiera pasar la noche conmigo, Jimin y yo subimos al tercer piso del edificio donde se encontraba mi casa.

-Espera- Le dije antes de que entráramos, el me miró confundido, aún con las llaves en la mano después de haber quitado el seguro a la puerta.

No dije nada y me limité a pasar mi mano bajo sus brazos y la otra bajo sus rodillas, alzándolo cual princesa.

-No es oficial aún pero quiero hacerlo de una vez- Jimin rió aún en mis brazos, mientras yo habría la puerta de par en par con ayuda de mi pierna izquierda -Recuérdame hacerlo también el día que nos casemos.

-¿Me estás proponiendo matrimonio?

-Creí que ya lo sabías- Dije -Vaya, a la próxima compraré un anillo.

El chico rió, aferrándose a mi y escondiendo la cara en el hueco entre mi cuello y mi hombro mientras yo cerraba la puerta, me dirigí a la habitación principal con mi chico aún en mis brazos -Ahora, futuro Señor Min ¿Me haría el honor de pasar ésta noche conmigo?

No dije nada, no hacía falta. Sólo bastaba ver la forma en la que Jiminie me miraba a los ojos, mientras yo me recostaba sobre él sin apartar la mirada. No hicieron falta las palabras para saber que aquello era una promesa, que yo sellé con un beso que él correspondió al instante.

Sentí su asentimiento contra mi piel desnuda mientras lo dejaba sobre la cama -Ésta y todas las que vienen.