JiHoon estaba molesto. Demasiado. Mi mejilla ardía un poco, cabe decir. Me quedé mirando a las puertas del ascensor por un momento antes de volver al departamento. Fue un poco incómodo pues todos me estaban mirando en espera de que dijera algo.
—Golpea fuerte, ¿no es así?
La voz de MinGyu y una risita suave por parte de Joshua fue lo único que necesité para reír junto a ellos. Estaba algo tenso, preocupado. ¿Ya ha llegado a casa? ¿qué debe estar haciendo? Ahora estaba muy distraído. Y SeungCheol no ayudaba en absoluto.
—Basta, Cheol. Déjame.
Vi que abultó sus labios exageradamente, como siempre, pero está vez evité mirarlo y terminé recargándome en el apoya brazos del sofá, tomando mi espacio. Fuera de eso los chicos seguían riendo juntos, bebiendo y bromeando sobre lo que sea.
"Déjalo". Creo que ya entendía mejor. Luego de pensar por otro largo rato me levanté del sofá y dejé mi vaso en la mesita de centro. Debía disculparme. Agradecí a SoonYoung por haberme invitado mientras tomé mi abrigo y salí de su departamento esperando poder alcanzarlo.
Me apresuré a bajar por las escaleras -puesto que si esperaba por el ascensor iba a terminar arrancándome el cabello yo mismo- y corrí fuera del edificio mientras pensaba a dónde podría haber ido. El frío en mis mejillas picaba de una manera horrible pero no estaba prestando mucha atención a ello. Me detuve un par de calles más abajo, de nuevo pensando. La gente de vez en cuando me miraba mal por empujarlos sin querer y otras tenían gestos confundidos por mi actuación. Pero claro, era como ver un color brillante rompiendo la calma de un sólido blanco.
De pronto una idea llegó a mí, ya sabía dónde encontrar a mi amigo.
El parque Jamwon desde siempre ha sido su lugar favorito. Avancé un poco más hasta que llegué a la autopista, y estaba de suerte, casi no había ningún auto. Crucé corriendo lo más rápido que me permitieron mis pies y me detuve hasta haber llegado al área verde del parque. Solté un suspiro y miré a todos lados en busca de JiHoon. Pero era inútil, si bien estaba oscuro, mi vista tampoco era la mejor. Esta vez más tranquilo caminé cuidadosamente por el pasto, conforme más avanzaba podía oír más claramente la tranquilidad del río a tales horas.
Las luces que venían del otro lado del río me permitieron ver su silueta. Estaba en una banca con vista al río, me daba la espalda y aún así podía notar como su cabello azabache se mecía suavemente con el viento. Estaba a punto de arrepentirme de romper esa perfecta calma.
Al llegar tomé asiento a su lado en esa pequeña banca, poniendo mis manos sobre mi regazo justo como él lo estaba haciendo, en un gesto inconsciente.
—Debí buscar otro lugar para esconderme, ¿verdad?
Solté una pequeña risita nerviosa. JiHoon como siempre estaba tan calmado, mirando fijamente hacia el frente. Pero comenzó a jugar con sus manos, ocultaba muy bien su nerviosismo a excepción de eso.
—Tal vez. —Dije y lo miré, sus mejillas estaban sonrojadas debido al frío, y ni hablar de su nariz, eso ayudaba a que se viera como un verdadero bebé.— Sobre... eso, quiero disculparme.
—Está bien, no importa, yo debería ser quien pida disculpas.
No sabía si esperar a que continuara hablando o iniciar yo.
—Sí, me dolió, pero yo tampoco tenía que hablarte así, me lo merecía.
Con mi mano derecha sostuve su mentón y lo hice mirarme, tal como cualquier escena romántica de película. A menos que también fuera de comedia. De inmediato abrió sus ojos sorprendido y con una mano giró mi rostro sin cuidado para lograr ver la marca que yo pensé ya había desaparecido.