Chapter 04

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Una estrella más al cielo;


– aquí tiene – dice Helena, entregándome la pizza, su rostro es un lindo poema esta llena de dudas, dudas, que quieren ser  explicadas.

– ¿cuanto es? – preguntó, porque nisiquiera he mirado el menú, desde que había entrado en el local sabia lo que, quería solo necesitaba pedirlo y lo había echó, pero baya sorpresa me había llevado al encontrarme a la pelirroja de mis tormentos.

– en el menú lo dice – su frialdad, es poca ya que su nerviosismo le sobrepasa.

– no he, leído el menú

– debería a ver lo echó – molestia, se puede leer en sus palabras.

– pero no lo hice, trabajas aquí no le cuesta nada decir el precioso de una insignificante pizza que me alimentará esta noche. – respondo, de manera cortes lo que parece dejar de lado aun mas su nerviosismo, para tomar paso la molestia y el disgusto.

– no recuerdo, los precios tengo la memoria de un pez con problemas de memoria. – ataca, reluciendo una sonrisa . – además usted tiene el menú en el frente podría ver el precio y pagar – señala, lo obvio haciendo que esta pequeña guerra, terminara.

–¿ has leído orgullo y prejuicio ? – pregunto, y veo la sorpresa cruzar por sus ojos .

Helena, se queda estática, cosa que aprovecho y miro el preció, justo lo que había pensado me costaría la pizza, saco mi billetera viendo aun a la pelirroja, seguir en su estado estático.

– quince cerrados – dijo, captando de nuevo su atención, su mirada es profunda, la cual me hace enternecer por algunos momentos.

– si – pronuncia relamiéndose los labios – si ese es el precio, y si lo he leído

Mi sonrisa, vuelve aparecer con sus palabras, una manera justa de, describir a Helena Williams, era como perjuiciosa, Elizabeth Bennet, lo era tanto como ella lo es, juzgando a el señor Darcy, por sus modales y arrogancia, todos tenemos modales en algunos son muchos que cada palabra que sale de su boca te hace sentir maravillado, y en otros casos son escasos y nulos, y la arrogancia.

la arrogancia, es algo que todos tenemos, pero Helena, era un perjuicio, que me agradaba por más que tratara de negarlo su falta de interés hacia mi, hacia que yo Luka Allen, la deseara de múltiples maneras.

– muy bien, aquí tienes – le dijo dándole el dinero, ella lo toma y sonríe de manera amable – fue un placer coincidir otra vez Helena – tomo la pizza entre mis manos para levantarme de la silla .

Acto seguido me encaminó, fuera del lugar, listo para ir a mi hogar, a soñar con una nueva pesadilla donde la protagonista seria la bella pelirroja Helena.

– ¡Luka!

Gritan, antes de que yo siga caminando por la acera de la calle, haciéndome detener, más giro para encontrarme a la pelirroja, a unos metros de distancia de mi.

– ¿tu has leído orgullo y prejuicio? – me pregunta, con cierto brillo en sus ojos.

– no soy fan del amor, pero sin duda ella tenia perjuicio y orgullo, cosa que el también tenia, los dos compartían su orgullo y perjuicio, y tu mi querida Helena, también eres así – contestó haciéndola sonrojar.

–  me preguntó quien sería el primero en descubrir la eficacia de la poesía para acabar con el amor – recita, mientras camina hacia mi, aun con sus mejillas sonrojadas.

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