Última despedida

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Hoy fui a un entierro.
Cuando me enteré de que él, un muy buen amigo de la familia, había fallecido, me pareció algo muy normal, compramos flores y recorrimos el camino muy tranquilos todos, pero en el momento en que entramos a saludar, vi a su hermano, una persona que siempre está haciendo bromas y haciendo reír y pasar un buen rato a la gente, llorandole a las cenizas que quedaron de quien tal vez fue su mejor amigo, y mi corazón dolió, y mis ojos se humedecieron, pero me contuve por ellos.
Durante la misa, lloré un poco, tomando conciencia de que realmente no iba a volver a verlo, no me iba a hacer bromas otra vez ni íbamos a hablar de la razón de su apodo con él y reírnos de ello con él, pero como todo en la vida, me pareció triste pero soportable su pérdida.
Acompañamos a su familia a su último lugar de descanso, no muy lejos de la capilla, le ofrecimos una oración deseando paz y descanso a su espíritu.
El climax de mis emociones fue cuando su hermano, quien tenía casi abrazada la urna con las cenizas, con los ojos inundados en lágrimas y la voz hecha un hilo, le dijo a los encargados que ya estaban listos, se acercaron a tomar la caja y, antes de entregarla, él le dio un beso de despedida. Ahora veamos, ese beso no fue una simple muestra de cariño, ese beso fue un "te estoy dejando ir", y mi corazón, de por sí empequeñecido, se volvió pasita y me empezaron a correr lágrimas por la cara, entonces los demás se acercaron y también dejaron besos y caricias en la urna, como si besaran su cabeza, últimas muestras físicas de cariño, y yo juro que veía cómo él recibía todos los besos y los cariños que le hacían a su urna y lloré por eso, lloré mucho, me faltaba el aire y tenía congestionada la nariz. Estaba viendo cómo una persona tan increible como lo fue él estaba siendo despedida y no como una persona sino como una cajita con polvo.
Lo enterraron con sus padres, con una rosa blanca y tres claveles del mismo color, así se fue, abatido por la enfermedad, consumido hasta las cenizas literal y espiritualmente, alguien a quien siempre vi feliz y saludable, teníamos que dejar ir a alguien así.
Al final de todo quedaron sobre él y sus padres nuevas flores y todo nuestro pesar.

¿Es así como termina todo? ¿siendo nada? Parece muy triste y muy poderoso morir sin dejar vida nueva, donde lo único que queda ahora son recuerdos y una placa con tu nombre. Deseo que exista la vida en el plano espiritual, y como en la película COCO de Disney, poder ver cómo sigue la vida en el mundo físico. Si así es, entonces debemos ser todos agradecidos y fuertes y seguir viviendo por nosotros y por ellos, para que vean que estamos bien y que nos dieron y nos dan la fuerza para seguir, para hacerlos orgullosos y reencontrarnos después con una sonrisa en la cara y amor en nuestros corazones.

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Dedicado a ti, gran amigo, que hoy ya no estás presente pero siempre en mente y corazón, descansa en paz.

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