Parte única

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—Con cuidado Kookie— le dijo un pequeño y gordito Jimin sentado debajo de aquel gran árbol, viendo a su mejor amigo queriendo subir.

—Tranquilo Jiminnie, lo tengo todo bajo control— respondió con una ceja alzada mientras veía la manera de subir aquella montaña que en su cabecita estaba en la Antártida y apunto de romper un récord mundial del mejor escalador.
Jimin en realidad estaba listo para gritar por ayuda y con un mini botiquín que siempre traía en su mini mochila de Pororo.
—Kookie, si te haces daño no ire a salvarte esta vez— gritó Jimin, consciente de la mentira tan grande que salió de su pequeña boquita.

Jungkook también sabía que mentía, eso jamás pasaría, Jimin siempre estaría para él pase lo que pase. Sin dudar ni un segundo más, salto para agarrarse de la primera rama y así ir subiendo agarrándose fuerte y raspándose en el camino uno de sus brazos, sin embargo, no le dio mucha importancia y siguió en su gran misión.
Por lo menos intento seguir hasta que su piesito se apoyó en una rama no tan fuerte, ocasionando que cayese y se hiciera una gran herida en una de sus rodillas. Un río de lágrimas y gritos salieron de sus ojitos al sentir el dolor y ardor que le provocaba en la piel.

Jimin fue corriendo al rescate de su pequeño mejor amigo con su mochilita al hombro. Se arrodilló a su lado, abriendo el pequeño botiquín y sacando lo necesario para curar la herida provocada.

—Kookie, tienes que ser fuerte, ¿Sí?— le dijo Jimin con un algodón lleno de alcohol en sus regordetas manitas. Jungkook solo asintió mientras apretaba sus ojitos y se sorbía su pequeña narizita, ahora coloreada de un rojo intenso, debido al esfuerzo de gritar y llorar.

El mayor limpió la herida, mientras el menor se mordía los labios para no gritar de dolor, así finalizó su arduo trabajo de doctor colocándole una bandita de iron man y dándole un pequeño dulce.

Jungkook se acercó tímidamente a su mayor y dejó un cálido besito en su mejilla en forma de agradecimiento, mientras se levantaba con ayuda de su mayor quien ahora tenía decorada sus mejillas de carmín.

—Sabía que siempre estarías ahí para mi, Jiminnie— dijo bajito Jungkook, para luego salir corriendo hacia uno de los columpios en aquel pequeño parque, totalmente avergonzado.









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Fluff bc quiero y puedo ahre

There for You °•° JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora