Soy Edwin Hernández. Actualmente tengo 27 años y soy dueño de 3 negocios, así como responsable del área comercial de la empresa que fundó mi padre. Te lo cuento, no para presumirte sino para que veas que tú también puedes emprender.
No soy Jeff Bezos (fundador de Amazon), ni Steve Jobs/Steve Wozniak (fundadores de Apple), tampoco Larry Page o Serguéi Brin (fundadores de Google); pero te aseguro que tanto tú como yo tenemos algo que ellos tienen para haber llegado hasta donde están: voluntad. Nada es gratis pero tampoco imposible. Ellos son personas con talentos extraordinarios al igual que tú y yo, que los descubrieron y los supieron explotar.*
Inicié con mi primer negocio formal a los 21 años. Ese negocio no funcionó, así como varios que inicie, y ¿qué me ha sucedido? Aprendí, y mucho. Me encanta aprender. El aprendizaje nunca termina, y me enorgullece decirte que diario aprendo algo nuevo como tú, aunque no te des cuenta en ocasiones. No soy experto en herramientas de emprendimiento, no soy gurú tecnológico, simplemente amo descubrir necesidades, buscar soluciones y ponerlas en acción. No estoy para nada cerca de ser una figura reconocida en el medio empresarial, soy tan ordinario como quien imagines, y me encantó la idea de escribir para motivarte a que, si piensas iniciar algún proyecto, lo hagas. Sí se puede. ¿Da miedo, nervio, inseguridad o las tres juntas? Sí, es normal sentirlos cuando hay algún tipo de riesgo. Te diría que si no sientes aunque sea un poco de ellos, algo estas dejando pasar y puede que tropieces. Por lo pronto, me parece conveniente que iniciemos.
*¿Te interesa saber sobre las mujeres empresarias más exitosas? A muchas de ellas les tengo una admiración especial, que me parecen dignas de inspiración. Te dejo referencia excelente en este link:
https://m.actitudfem.com/entorno/articulo/empresarias-mas-exitosas-del-mundo
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Porque Puedo, Emprendo.
Non-FictionPara emprender se necesita más voluntad que ciencia, más hambre que método, más valor que teoría. No se emprende para ver si pega, se emprende para que pegue, para aprender a lidiar con el miedo al fracaso.