ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs

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Una voluptuosa silueta oscura irrumpía en la habitación de Min YoonGi. Eran exactamente las dos y cincuenta minutos de la mañana y el plan fríamente calculado del pequeño Jimin se estaba dando a la perfección.
La puerta estaba siendo cerrada hábil y silenciosamente, dejando pasar una fina linea de luz que poco a poco iba disminuyendo hasta ser acallada completamente, esperó a que sus pequeños ojos se adaptaran a la oscuridad del cuarto y prosiguió a observar detenidamente la dormida silueta de Yoon.
Le alegraba que su mayor estuviese descansando después de la larga jornada, pero aún así no le pareció ni un poco cruel sus ideas mentales. Recalculó unos segundos lo siguiente que haría, la erección en sus pantalones estaba quemándole, al mínimo rose o toque se sentía como una verdadera tortura, sin esperar más, acomodó con sumo cuidado el cuerpo de YoonGi, de forma que quedase boca arriba y sus brazos a la altura de su rostro.
Cuidadosamente Jimin cruzó una de sus piernas al rededor de torso del mayor quedando así en una posición no muy decente, en su caso. Al sentir el rose tan descarado y casi pulcro (a no ser de las telas de por medio), Jimin se vio tan extasiado que por obligación llevó su cabeza hacia atrás, disfrutando completamente, dejando salir un jadeo tan suave como una mota de algodón.
Al mismo tiempo, el mayor inconscientemente dejo salir un sonoro ronquido el cual captó la atención de Jimin, una sonrisa se instaló en su rostro y pensó en el. En lo demente que lo traía, y en las posibilidades de rechazo. Su ahora casi inexistente sonrisa termino por desaparecer y decidió no mortificarse más, lo anhelaba, fin.

Cerró sus ojos y se imaginó a si mismo junto a YoonGi, en una de sus mil y una fantasías, empezó a mecer su marcada cadera contra la pelvis del mayor, tan suavemente. Su mente invadida por el placer, la lujuria y lo caliente del momento. oh, como lo deseaba. Así mismo, siguió con el suave balanceo de sus caderas, sus glúteos restregándose contra el pene de Yoon, y se sentía tan, pero tan delicioso que quería encapsular los sentimientos carnales y las emociones del momento, porque juró que lo que estaba sintiendo no se podía comparar con nada en el absurdo y grande universo.
Inesperadamente y para sorpresa de Jimin, un ronco gemido hizo eco en la habitación, su mente volvió a la realidad, su vista se posó en el varonil rostro de su acompañante, había sido el. Jimin se encontraba muy satisfecho pero la inquietud le ganaba, mordió su carnoso labio, y sonrió, el provocaba el placer en YoonGi.
Siguió con sus sensuales y provocativos movimientos, acercó su rostro al cuello del pelinegro y reposó sus delicadas manitas a los lados de la almohada que ocupaba Yoon.
Una lamida, un pequeño beso, y el se sintió desfallecer, procedió a succionar el cuello de Yoon dejando a su paso saliva, esperaba que el despertara pronto.

-Yoon, despierta~ -susurró.
Jimin seguía jadeando y gimiendo en el oído del mayor, tratando de despertarlo.

-Oh, Dios mío -resonó una segunda voz en el cuarto.

Era YoonGi.

Y Jimin, ¿que haría?

Presionó su rostro contra la curvatura del cuello del mayor, escondiendo su vergüenza, mezclada con alegría y desespero. El había despertado.

-Qué m-mierda -soltó el mayor.

Jimin se apresuró a separarse del cuello de YoonGi, posó sus manos en el pecho del mayor y recobró sus movimientos de cadera de manera fuerte pero lenta.

Buscó los ojos de Yoon, se encontraban tan abiertos.

-Hola, YoonGi Hyung -habló el pequeño de manera natural.

-¿¡QUÉ MIERDA HACES!? -gritó el YoonGi, sorprendido completamente por el descarado acto del menor.

Presionó el pecho del menor y empujo fuerte, haciendo que Jimin perdiera estabilidad y por instinto se aferrara en su suéter negro de Yoon.

Night Of Desire ➺ yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora