-¿Lauren? –Exclamó sorprendido al verla entrar en su oficina-, ¿Quéhaces aquí? No creí que vendrías y menos tan pronto. –añadió confundidomientras soltaba un poco su corbata. –lo lamento. –explicó-. Sé que no nosconocemos solo quise poder volver a verte, hiciste de mi día algo bueno yquería poder terminarlo bien. -¿no eres alguien que haga las cosas como losdemás no? -¿a qué te refieres? –eres diferente al resto. –Musitó sonriendo-,dime ¿Qué haces aquí? ¿En qué puedo ayudarte? –agregó. –no estoy segura deporque vine, solo quería poder tener algo de tranquilidad. -¿y tu novia?–trabajando. -¿no puede atenderte? –esta algo estresada, es todo. –entiendo.-¿de qué trabajas, Brad? –soy publicista para esta empresa millonaria.–interesante. –exclamó sarcástica. –creo que nada te impresiona. –Explicó-, sabes,cuando era chico mis padres me decían que nada sucede solo porque si, lascosas, las personas, todo siempre tiene una razón para el llegar a tropezarse ysuceder. -¿y entonces? –que si estás conmigo, es por algo y si nuestro destinoes seguir viéndonos y hablar será por algo. –ya dije solo vine por algo decalma. –Lauren si llegamos a tropezarnos algún día, llama a eso destino. –esose llama es coincidencia. -¿crees en las coincidencias y no en el destino?–exclamó sonriente-. Interesante. -¿ahora esto si es coqueteo? –no. –Rió-, lodigo solo porque me gusta poder decirle a todos los que entran y salen de mivida que tienen una razón de ser aun cuando ni siquiera lo sepamos. –creo quedeberías dejar de tomar café. –está bien, mejor dejo de lado eso. –exclamó riendo-.Dime ¿Qué te haría sentir tranquila? –agregó sentándose a su lado. –estar sola.–bueno, está bien saldré un momento. –no. –Exclamó sujetándolo de la mano-. ¿Meacompañarías a estar sola? –añadió. –bueno, eso no se escucha todos los díaspero está bien, lo hare. –gracias. Y así fue durante horas solo estuvieron ahísentados uno a lado del otro sin verse y sin decir nada, después de eso Laurentermino volviendo a casa aun sin sacar de su mente la nueva imagen que tenia deCamila ¿Cómo aquella dulce y tierna persona ahora era alguien tan cruel? –oh,gracias a Dios. –exclamó al ver a Lauren entrando-. Pensé que ya no regresaríasestaba preocupada. –agregó hacia ella abrazándola. -¿me esperabas? –porsupuesto. –Explicó-, escucha lamento demasiado que hayas visto esa parte de mí,seré mejor directora, después de que te fuiste reflexione sobre mi actitud ytenías razón estaba siendo muy cruel e injusta con los músicos, no quiero quevuelvas a verme de esa manera, no quiero volver a decepcionarte. –Camila.–musitó solloza-. Te amo, Camz. –agregó abrazándola. –renuncie antes de ir averte. –musitó mientras cenaban. -¿quieres solo quedarte en casa, Lauren? –nolo sé, no sé qué quiero, Camz. -¿Cuánto tenemos juntas? –ocho años. –exclamómasticando-. ¿Por qué? –porque pronto se acerca el noveno aniversario.-¿planes? –quizás. -¿eres feliz, Camz? –por supuesto que si ¿tú no? –respondió exaltadacon aun comida en la boca. –claro que lo soy. -¿entonces qué sucede? –que te hesentido distante. -¿distante? –Camila casi nunca estamos juntas. –Explicó-, sino estás de fiestas en fiestas, regresando tarde, ebria, drogada, estasapostando nuestro dinero y cuando estamos juntas es poco tiempo y siempre nosinterrumpe alguien que te llama por trabajo. –son llamadas muy importantes,debo atenderlas. –mintió-. Lauren, te amo lamento si este par de años he sidotan desagradable pero confía en mi todo seré mejor antes durante y a partir denuestro noveno aniversario. –eso espero. –musitó cabizbaja hurgando su comida. –Teamo, Lern. –Musitó-, y eso nunca cambiara prefiero morir contigo y por ti avivir sin ti, eres lo mejor que me pudo pasar en la vida. –agregó. –prométemeque no volveré a verte como te sorprendí con la Orquesta. –lo prometo. –ytambién quiero que me prometas que el día en que pierdas el amor por mí y másaún si hay alguien nuevo en tu vida que te de lo que yo no, me dejaras ir. -¿Aqué viene eso? –solo promételo. -¿dudas de mí? –solo prométemelo. –está bien,lo prometo. -suena repentinamente el teléfono móvil de Camila interrumpiendo lacharla-. Discúlpame, Lern es. –lo sé, es una llamada importante. –exclamóinterrumpiéndola. –lo lamento. –musitó apenada levantándose. –tranquila, ve yatiende a la persona. –gracias. –Exclamó frente a ella besándole la frente saliendode prisa del apartamento-, hola ¿Cómo estás? –musitó vigilando que Lauren no sediera cuenta de nada. –he estado muy bien ¿y tú? –exclamó una mujer por labocina. –ahora estoy bien. –Musitó alegre al oírla-, ¿no has podido olvidartede mí, verdad? –agregó coqueta. -¿Cómo hacerlo después de esos besos bajo laluz de la luna? –Exclamó riendo-, ¿te han dicho que eres excelente besando?–culminó. –me halagas. –sabes, sé que esto está muy mal. –La interrumpió-, Ashleyme matara cuando llegue a enterarse pero, es que es tan difícil olvidarme deti. –añadió. –nadie tiene porque saberlo, Lauren... -explicó-, creo que sospechaalgo antes de que llamaras me hizo prometerle que la dejaría si llego a dejarde sentir amor por ella y si me intereso por alguien más. -¡Fantástico!–exclamó la mujer feliz-. Podremos estar juntas, deberías decírselo. –añadió.–no. –musitó cabizbaja. -¿no? –sí, digo si dije que no. -¿Por qué? Esta esnuestra oportunidad. –porque creo que aun la amo, no puedo solo dejarla así desimple. –Mila ¿prefieres que sigamos así? –solo déjame resolverlo, prontocumpliremos nueve años juntas ya para ese momento sabré que querré. -¿y si nolo sabes? –entonces. –Suspiró-, creo que arruinare tres vidas, la de ella, lamía y la tuya. –agregó finalizando la llamada ya que Lauren se había acercado.-¿todo bien? –claro, Lern. -¿Quién era? –oh, solo mi jefe que esta disgustadopor mi comportamiento con la Orquesta. –te dije que eso estaba mal. –lo sé, séque está mal, Lauren. –Sollozó-, pero cambiare todo por ti, por nosotras.–agregó abrazándola. Ninguna lo sabía pero esto era tan solo el comienzo de unahistoria caótica de un buen amor destruido por el pasar de los años.
