Louis nunca creyó que pudiese graduarse del instituto, y mucho menos ingresar a la Universidad de Londres...Pero ahí estaba, parado al frente de las grandes puertas de vidrio sólido, tenía un nudo en el estómago, no seria fácil estar tanto tiempo lejos de su familia, pero por lo menos no está solo, su gran y mejor amigo Liam estaba junto a él, justo ahora.
-Vamos, Lou, ¡animo!, el primer día nunca es fácil, ¡pero te irá fantástico!, te lo aseguro.- Dijo el castaño amigo de Louis tratando de tranquilizarlo, ser nuevo apesta, pero apestaría más estar solo sin conocer a nadie, por lo menos tenia a Liam.
-Gra-gracias, suerte.- Le respondió Louis con una sonrisa nerviosa en el rostro, a lo que su amigo respondió con una sonrisa, a diferencia de el, la sonrisa de Liam estaba llena de seguridad, sus blancos dientes parecían una pequeñas perlas brillantes que adornaban sus carnosos labios.
Liam emprendió marcha a clases, pero antes le dió un apretón al hombro izquierdo de su nervioso amigo. Louis botó el aire que tenía retenido en sus pulmones y decidido entró al establecimiento.
Por dentro la recepción de la Universidad era hermosa, los pisos eran de baldosas de color blanco, cada diez pasos había un gran macetero con un árbol decorativo, sus vans chillaban con el piso ya que éstas estaban húmedas -gracias al hermoso clima de Londres- haciendo que algunos estudiantes se giraran a verlo poniéndolo más nervioso. Louis levantó la cabeza en busca de una recepcionista, viendo un gran mesón de mármol casi al final de la sala, junto a la puerta que "supuestamente" creyó Louis, que lo llevaría al campus.
-Buenos Días, ¿Dónde esta el edificio de Publicidad?.- Pregunto el chico de ojos azules mirando a la señora de avanzada edad sentada tras el mesón. Esta levanto la vista frunciendo el ceño, luego agarró sus lentes que estaba colgados alrededor de su cuello para luego ponérselos.
-Sal al campus, sigue derecho hasta el edificio numero 5, toma ten un mapa de la Universidad, que tengas un gran primer día de clases.- Dijo la recepcionista de manera cansada y falsa felicidad, sin decir gracias Louis le dedico una sonrisa aceptando el folleto de papel que tendió la señora.
Louis siguió la indicaciones tal cual le dijo la recepcionista hace un momento. El camino hácia los edificios era hermoso, habían mucho césped y arboles, también había un angosto camino de concreto que llegaba a cada entrada de los numerosos edificios de diferentes carreras. El pequeño chico se encaminó por el mientras miraba boquiabierta el lugar, era impresionante y mejor para un año estresante como el que le tocará vivir.
El día pasó muy lento según Louis, pero solo quedaban unos 20 minutos más y podría retirarse e ir con Liam a su apartamento. Louis seguía concentradamente el minutero del reloj,como si pueda controlarlo con la mirada y así ir a velocidad luz.
"Vamos, vamos" pensó Louis desesperado, si tuviera que escuchar tan solo 1 minuto más a su nuevo profesor se suicidaría ahí mismo, y eso no sería bonito, ya que no tenia muchos elementos con los que poder suicidarse, tenía un lápiz, un cuaderno, su teléfono y por ultimo su billetera...¡El lápiz!, este objeto era su mejor arma hasta ahora, tal vez podría clavárselo en el cuello...No,definitivamente no, mucha sangre saldría volando y Louis tenia un cierto desagrado a esta.
Aunque...todo es mejor a seguir escuchando a ese aburrido profesor...No, Louis sacudió la cabeza para borrar esos estúpidos pensamientos. El sonido de la sillas moviéndose contra el suelo lo sacó de su ensueño, el castaño desconcertado miró aturdido a todos lados, sus compañeron de salón se levantaban, algunos se ponían sus chaquetas y mochila al hombro dirigiéndose a la salida.
