Hilos del destino [Two Shot JKM]

Capítulo 2

Aquel cupido se había vuelto triste y sombrío. Su caminar era lento, y suspiraba cada cierto tiempo. Ahora se encontraba caminando a la orilla de un lago. Hacía un clima estupendo y las personas a su al rededor se veían felices, pero él... ya no lo era.

-¡Jungkook!

Y aquella voz lo detuvo.
Aquella voz lo petrificó.
Porque no esperaba escucharla más.
Planeaba alejarse lo más que pudiera de la vida de Park Jimin.

¿Cómo podía seguir hablando con él cómo solían hacerlo?
¿Cómo lograrlo sin que su interior ardiera como nunca antes lo había hecho?
¿Cómo hablarle para escucharlo hablar de alguien más con esos ojos llenos de brillo que antes dedicaba sólo a él?

No podía.

Por eso desde aquel día en que había unido su destino al de su alma gemela... se había alejado.

Y un mes... un horrible mes había pasado.

Y ahora... estaba escuchándolo de nuevo.
Se giró hacía donde provenía la voz, pero mantenía su cabeza gacha.

-Jimin...

-¿Donde estabas? ¿Por qué ya no podía encontrarte en aquel parque donde siempre nos veíamos?

-Tú... ¿seguías yendo a ese lugar?

-¡Por supuesto! ¡Era nuestro lugar de encuentro! ¿Qué sucedió? ¿Por qué dejaste de ir? Te esperé todos los días...

-Lo siento... yo no...-Jungkook pensaba que después de haberlo unido con aquella persona, su existencia ya no sería necesaria para Jimin. Entonces ¿por qué él seguía buscándolo?

-¿Por qué no me miras?- preguntó Jimin buscando los ojos de Jeon Jungkook. Pero este los apartaba.

Tenía miedo. Seguía teniendo miedo. Nunca había dejado de sentirlo durante todo ese mes entero.

Durante ese mes también había descubierto algo nuevo: Soledad.

Antes de conocer a Jimin, siempre estaba solo, trabajaba solo, hacía todo solo... pero nunca se había sentido solo. Nunca le había dolido estar sin la compañía de alguien más.

Luego de conocer a Jimin... había descubierto cosas nuevas. Cosas hermosas, cosas dolorosas. Cosas que le seguían demostrando lo especial que era ese ser humano.

Ahora, no quería ver a Jimin porque lo destrozaría ver que ya no lo miraba con los mismos ojos.
Porque le partiría el corazón ver que sus ojos ya no brillaban cada vez que hablaba con él.

-Lo siento. Debo irme.- intentó alejarse pero nuevamente, la voz del pelinegro lo detuvo.

-Esa vez lo hiciste, ¿no?

-¿De qué hablas?

-Esa persona que chocó conmigo la última vez que nos vimos... es mi alma gemela, ¿no es así?

-Sí. - Dijo casi en un susurro, con el corazón roto. Pensar en eso, era como si mil cuchillos atravesaran su cuerpo.

-Y uniste nuestros hilos.

-Era mi deber. ¿Cómo no iba a hacerlo?

-Jungkook, sigues sin mirarme.

-Y no lo haré. Debo irme.

Pero Park Jimin nuevamente, no le permitió irse. Posó sus pequeñas y gorditas manos en las mejillas de Jungkook y lo obligó a mirarlo. O eso esperó, pero Jungkook cerró fuertemente sus ojos.

-Oh, por favor... JeonKookie~

-No me llames así.

-JeonKookie~