La carta.

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Querido Louis, o acosador, como quieras que te llame:

¿Te has puesto a pensar en lo mucho que puedes lastimar a otra persona solo con una palabra? Todas esas veces que me dices marica, idiota, raro, nerd, todas esas veces que te ríes luego de insultarme, todas esas veces, me has lastimado.

Lo escondo bien, al parecer, porque tú nunca paras. O si no, la otra opción, es que eres una mala persona y te gusta verme sufrir. 

He caído varias veces, no te diré cómo porque no eres tan importante para mi como para darte un dato importante, pero prometí a gente que amo que no lo volvería a hacer. Cada vez que tu nombre es dicho en mi casa, se hace un silencio incómodo y puedo ver el odio en sus ojos.

Yo no te odio, ¿sabes? Miles de veces me he dicho a mi mismo que debo hacerlo, porque después de todo, tú eres mi acosador. Pero no puedo, lo intento una y otra vez, y no me sale. Siento algo especial por ti, resentimiento quizás, pero a la vez siento adoración, o mejor dicho, admiración hacía ti. Lo sé, estoy loco. Loco por ti.

Bueno, lo último se ha ido un poco de las manos, pero si iba a decirte lo que siento, diría todo. Ahora sabes que me molesta lo que me dices y sabes que estoy enamorado de ti. Tienes dos opciones, o seguir burlándote de mi, ahora con más argumentos, o disculparte. Queda en ti. 

Insisto en que termines con esta pesadilla. ¿Acaso tengo un cartel en la frente que dice "puedes hacerme el daño que quieras, yo aguanto" como para que vengas dispuesto a herir únicamente? 

Porque cuando observo mi reflejo en el espejo, cuando noto cada una de mis imperfecciones, nunca lo encuentro. Entonces, explícame por favor, porqué lo haces. 

Te contaré algo, y espero no aburrirte. Antes, cuando yo iba a la escuela de la ciudad donde nací, era como tú, sin agredir a los demás, por supuesto. Era popular, admirado por todos y todas y tenía todo lo que pedía. Pero había algo que me faltaba, algo no tangible y díficil de reconocer. Era verdadero amor. Todos decían que me amaban, pero no era cierto. Amaban lo que era en esa realidad, no a mi verdadero yo. 

¿Por qué te lo digo? Porque a ti te sucede lo mismo, pero no te das cuenta aún. También te lo digo porque cuando entré a la Secundaria de Doncaster, al primero que vi fue a ti. Estabas al lado de Zayn, y estabas sonriendo.

Tienes una hermosa sonrisa, déjame agregar. Pero no era real, no se te achinaban los ojos, no tenías ese brillo especial en ellos... ¿Cómo lo sé? No te lo diré ahora, pero si te disculpas, te enterarás.

Desde que te vi, creí que había encontrado al verdadero amor. La única clase que compartíamos juntos era Inglés y siempre te sentabas delante mío y  me pedías el lápiz que siempre te olvidabas en tu habitación, ¿recuerdas? Me lo pedías con una hermosa sonrisa que achinaba tus ojos y lo hacías con tanta consideración que creía que podías sentir algo por mi.

Pero entonces sucedió. Yo estaba en un recreo luego de las duras clases de Educación Física, y estaba leyendo un libro, solo como de costumbre. Y tu amigo, el rubio, Niall creo que se llamaba, me señaló y se rió de mi. Tú te volteaste y me observaste, nuestros ojos se encontraron y tú hiciste un amago de saludarme hasta que Zayn te dijo algo al  oído y también lanzaste una carcajada.

Entonces te acercaste a mí y comenzaste a reírte y a decirme cosas horribles, con Niall y Zayn detrás tuyo, riéndose como si fuera la mejor broma de todos los tiempo.

Desde ese día comenzó mi mayor pesadilla y desde ese día, me di cuenta que estaba pérdidamente enamorado de ti.

Con amor,

Harry, el marica, idiota, nerd y raro acosado por ti.

P.D: Sé que eres buena persona, Louis, te conozco más de lo que crees. Deja el orgullo de lado y pídeme disculpas.

Carta de un acosado. (Larry Stylinson, Mini Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora