He descubierto una fascinación por encontrar fotos ajenas tiradas en la calle, es como ver un billete solitario dispuesto a ser tomado por tus ambiciosas manos; pero esto es distinto, vale más porque todos ignoran la presencia de éstas personas encerradas en papel. Por ejemplo, hoy conocí a un señorito de cara borrosa que a base de señas confusas pude imaginar un poco de su vida.
¡Ya van tres este año!