1

704 18 0
                                    

Estaba muy nervioso.

No sabía cuántos castings llevaba ya a lo largo de su vida. Pero este debía ser ya el vigésimo cuarto.

Se encontraba entre una cola mal hecha y la gente no dejaba de empujar, estaba empezando a agobiarse cuando salió un hombre canoso por la puerta y el bullicio cesó.

"Número 1122 por favor"

Se quedó unos segundos pensando hasta que miró su número pegado en la camiseta.

"Yo" gritó. Se hizo hueco hasta llegar a él. ¿La gente pensaba que estando más cerca les iban a llamar antes?

Acompañó a ese hombre a través de los pasillos hasta llegar a una enorme habitación. El suelo era de madera y las paredes de un tono oscuro. Le dio tranquilidad hasta que vio a tres personas observandolo tras una mesa.

En ese momento sus manos comenzaron a sudar y el corazón se le aceleró.

"No, esta vez no me iban a dejar fuera. No después de lo que había trabajado para presentarme" pensó.

"Bien, deja en esa esquina tus cosas. Prepárate." le dijo una mujer que parecía ser la que mandaba ahí. "Luis Cepeda ¿verdad?" asintió mientras dejaba su funda de guitarra en el suelo y se colocaba delante de ellos.

"Muy bien, cuando quieras"

Se colgó la guitarra del cuello y respiró profundamente. Tranquilo, se repetía una y otra vez. Los nervios nunca le habían ido bien.

Empezó a tocar los primeros acordes. Y con tranquilidad comenzó a recitar los primeros versos de 90 minutos de India Martínez. Se sorprendió a sí mismo lo bien que empezó, y supo disimular los nervios que estaba sintiendo.

Cerró los ojos y comenzó a sentir la canción. A vivirla. Como cada vez que cantaba algo, él vivía la música como nadie. Sus padres no le ofrecieron facilidades nunca con respecto a su formación, nunca había ido a academias, nadie le había enseñado a tocar instrumentos, todo lo había conseguido él solo. Y a sus 28 años, cada vez veía más lejos la posibilidad de dedicarse a esto.

Pero no se rendía. Él sabía que era bueno, que transmitía, mucha gente se lo había dicho. Cantaba frente a sus amigos, cantaba en las fiestas de su ciudad, llegó a cantar incluso en el andén del metro. Pero parecía ser, que los castings no estaban hechos para él.

Tantos rechazos le habían hecho que se hundiese profundamente. Llevaba meses sin presentarse a nada, estaba demasiado harto de los rechazos. Pero pensó que quizá no era el momento, que quizá debía prepararse más... y meses después se encontraba ahí de nuevo y esta vez no iba a consentir un "no".

Era su oportunidad. Lo necesitaba.

Mientras iba por la mitad de la canción abrió los ojos y se fijó en los jueces mirándolo con atención. En ese momento su inseguridad entró en juego.

¿Les estaría gustando? ¿Querrían que se cayase ya? ¿Por qué le miraban así?

No pudo evitar sentirse inseguro y en ese momento, él mismo notó como se le fue una nota.

Estaba claro que no pudo pasar desapercibido para nadie.

Alzó la vista viendo a los jueces, negando con su cabeza y escribiendo algo en sus carpetas.

"No, otra vez no"

Cuando acabó la canción no se le ocurrió otra cosa que decirles:

"Puedo hacerlo mejor, lo prometo" se le noto la ansiedad en sus palabras. "Ha sido un peq..." la negación de sus cabezas hizo que se callara.

Se le creó un vacío en el pecho.

"Otra vez no, por favor."

Sentía que se hundía poco a poco en un pozo del que no iba a salir.

"Lo siento, no tienes más tiempo. Te agradecemos tu participación." le dijo aquella mujer.

Asintió como pudo, sacando una pequeña sonrisa y dándoles la mano antes de salir. Una vez fuera sintió su labio temblar y sus ojos aguarse ante la rabia y la decepción que sentía en ese momento. Decepción de sí mismo.

Llegó a su casa y lo primero que hizo fue darle un puñetazo a la pared. Dos, tres, cuatro. Sentía la rabia correr por sus venas, ¿cómo podía haber vuelto a fallar?

Cinco, seis, siete.

Cuando quiso darse cuenta tenía los nudillos ensagrentados. Pero le daba igual, no había nada más doloroso que lo que sentía en ese momento. Estaba hundido. Y sabía que no había nada que pudiera levantarle.

Otra oportunidad arruinada, por culpa de sus miedos, de sus inseguridades.

Se tiró a la cama boca arriba pensando en que, esta vez, definitivamente su sueño estaba arruinado.

Se acabó.

No pasaría de nuevo por otra decepción más... ese mundo no era para él.

****

¡Hola! Este es el primer capítulo de la novela. Tenía muchas ganas de escribir sobre ellos dos pero a la vez no quería que fuese la típica basada en la realidad.

Como podéis ver, la trama no tiene nada que ver con OT ni postOT xd.

Sin embargo los nombres de los personajes sí serán los mismos y también sus personalidades. Espero que os guste y que capte toda la esencia que tienen ellos dos porque son la pareja más bonita del mundo!

Twitter: @xnpvstx









Pídeme la vida |Aiteda|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora