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Aitana acababa de volver de Los Ángeles hacía un par de días y ya tenía mil entrevistas programadas.

Había estado grabando algunas cosas con grandes compositores internacionales para su ya segundo disco. Estaba muy contenta con los resultados pero lo único que quería era irse a su casa y descansar.

"Mañana tienes una entrevista en un programa de televisión" le comentó su representante mientras iban en el asiento trasero del coche.

"¿En serio? ¿De verdad Manu?" pidió exhausta.

"Sí, en serio, de verdad." le respondió burlándose, a lo que ella le respondió mirándolo mal.

"¿Cuándo voy a tener un día libre?" comentó tras un rato sin hablar, mirando por la ventana.

"Pues no lo sé Aitana. No deberías quejarte por estar ocupada. Eso es una buena señal, ¿no crees?" le comentó el hombre intentando que entrase en razón.

"Sí, tienes razón" decidió dejarlo estar.

Pero en su interior no podía dejarlo estar. Había algo dentro de ella que no le hacía estar feliz. Llevaba relativamente poco en este mundo, y desde entonces no había parado. En un principio le pareció genial; fama, dinero, conciertos, premios, fans, y lo más importante, poder hacer lo que más le gusta, cantar.

Pero todo eso también tenía su parte mala y no se había dado cuenta hasta ahora. Llevaba meses viviendo en una nube en la que no se había parado a pensar si realmente estaba siendo feliz.

"Hemos llegado" dijo felizmente Manu saliendo del coche.

Ni siquiera se había percatado de que el coche se había parado. Salió del coche dispuesta a sonreír delante de las cámaras, pero hacía tiempo que esa sonrisa no era verdadera.

"¡Aitana, mira aquí!"

"¡Aitana, por aquí!"

Sonrió intentando mantener los ojos abiertos, los flashes la cegaban, pero ya estaba acostumbrada. Se colocó en la alfombra roja y posó como ella sabía hacer.

Se encontraba en la premier de una película cuyos directores eran muy amigos suyos, estaba muy ilusionada y se alegraba muchísimo por ellos. Se puso una mano en la cintura y mostró la mejor sonrisa que le pudo salir. Tras unos minutos avanzó y una periodista le paró para hablar con ella.

"¡Aitana! ¿Podemos hablar contigo?" le comentó con un micro en la mano.

"Claro" le sonrió amablemente.

"Bien, ¿qué tal cómo estas?" le sorprendió esa pregunta, normalmente la prensa iba a lo que iba.

"Pues genial la verdad, muy contenta de estar aqui" rió.

"Bueno, antes de nada déjame decirte que nos encanta cómo vas"

Su conjunto consistía en un top negro con encaje lencero y una falda de tiró alto de color fucsia, dejando al descubierto parte del abdomen, además llevaba una blazer del mismo color que la falda.

Una cosa buena de la fama, te regalaban ropa para promocionarla.

"Muchísimas gracias" sonrió avergonzada.

"Bueno, te habrán hecho esta pregunta cientos de veces, ¿pero cómo estas llevando de ser una completa desconocida a estar en una premier y que todos se centren en ti?" preguntó aquella chica acercándole el micro a su boca.

"Pues la verdad es que me alaga un montón, pero creo que esta noche los protagonistas deben ser los directores de esta maravillosa película" dijo sincera.

Pídeme la vida |Aiteda|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora