Impotencia y rabia no eran sentimientos ni mucho menos simples palabras. JongDae era el significado.
Jamás había sido vulnerado de esa manera en su vida, y menos tan públicamente. Ahora, yacía de rodillas en el suelo, totalmente en blanco. Fuera de si mismo.
-Oye...-Carraspeó un poco para pronunciarse antes de hablar y sacar de su trance a JongDae-¿Estás bien?, te ayudaré a pararte.
Aquel chico de gruesas cejas y ojos saltones lo tomó con cuidado y cautela del brazo para ayudarlo a pararse.
-Gracias...-Aún desconcertado, JongDae con ayuda de aquel chico se puso de pie y le agradeció.
-Por favor, dime tu nombre para registrarte.-Naturalmente, JongDae volteó a verlo incrédulo buscando vergüenza alguna en el chico al preguntar eso después de ver por lo que acaba de pasar-Eres nuevo, ¿No? necesito darte un itinerario y registrar tus datos.
-Ah, si, JongDae, Kim JongDae. Estoy cursando segundo semestre.
-Bien, toma.-El chico entregó un croquis de la escuela a JongDae junto a su horario y reglamento.
-Gracias...-Sin decir más, JongDae tomó su bolso y comenzó a caminar sin rumbo realmente, tanta era su vergüenza que ni siquiera le levantó la mirada a nadie.
-Por cierto, soy Do KyungSoo, de quinto semestre, y soy consejal del consejo estudiantil...-Hizo una pequeña pausa-Por si llegas a necesitar algo.
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El chorro de agua que caía del grifo y salpicaba el lavabo, resonaba por todo el baño. Con abundante agua fría, JongDae refrescaba su cara y trataba de contener las lágrimas y de calmarse.
No era posible que así iniciara su vida en Corea, sin duda alguna lo primero que haría al llegar a casa sería implorar mínimo por un cambio de escuela.
En privado, se ordenó su uniforme y se peinó, guardó todos sus pines en su mochila y pacientemente esperó al cambio de módulo.
En todo ese tiempo no había dejado de pensar en el.
JongDae no era agresivo, realmente no lo era. Pero definitivamente, un buena puñetazo si le plantaría en la cara a ese desgraciado. De tan solo en pensar en él , JongDae no podía con la importancia e inmediatamente comenzaba a llorar.No podía creer que alguien que se veía tan delicado y angelical podía ser así de repulsivo, ni si quiera KyungSoo con esa apariencia se comportaba como el, incluso era más amable.
Al sonido de la campana, JongDae salió de los baños con determinación y con paso firme, se encaminó hacia su nuevo salón, sintiendo la mirada de los demás estudiantes posada sobre él mientras cruzaba el pasillo. Al entrar al aula, el murmullo de las conversaciones cesó, y todos los ojos se posaron en él, creando una atmósfera tensa y expectante.
Entre la multitud de rostros desconocidos, JongDae notó al mismo chico de la mañana. Sus ojos se encontraron en un instante, y una corriente de reconocimiento pasó entre ellos. El chico estaba sentado justo en el frente y en el medio, observándolo fijamente con una expresión impasible.
Algo tenía claro, JongDae no se quedaría en esa preparatoria y no iba a dejar las cosas así. Así que no importaba en absoluto si entraba directo a partirle la cara a ese chico, a esas alturas, ¿Qué podía perder?
Apunto de entrar al salón e inciar su cometido, fue interrumpido por la voz amena del profesor que pasaba totalmente desapercibido adentro del aula.
-Buenos días joven, ¿Usted es...?-Preguntó confundido el profesor juzgandolo de pies a cabeza.
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¡ESCÚCHAME! •ChenMin• [EN EDICIÓN]
FanfictionAhora que lo sabes, dime: ¿Qué se siente besar a un hombre? Créditos de la portada: @Haraboji