A mis 8 años, vivíamos mis hermanos y yo en la casa de mi papá, era una tarde normal, mi mamá le estaba preparando comida a mi papá para llevársela a donde él estaba trabajando, eran épocas de siembra, entonces el no podía salir de esa propiedad, pero algo pasó ese día, sus caminos se cruzaron con desesperación, el iba a la casa y ella iba al huerto, hicieron eso unas 4 veces, hasta que se encontraron, yo estaba en la casa chica y ellos en la grande como si nada, hasta que de pronto se escucharon gritos, gritos de una mujer pidiendo auxilio, y esa mujer era mi madre, esa tarde, más que cualquier tarde de mi infancia marcaron mi vida.
Cuando me asome a la cocina de la casa grande los vi, el la tenía en el suelo, mientras la pateaba y le daba de puñetes ella no hacía nada, no podía hacer nada, no había nadie más en esa casa, nadie más que 2 adultos y dos niños, mi hermano menor y yo.
No sé cómo pero logré salir, fui en busca de mi tía, necesitaba ayuda, mientras corría por la calle con lágrimas en los ojos recordaba algo que mi mamá decía cada que mis hermanos y yo peleábamos:
-Un mal golpe puede causar la muerte.
Tarde mucho en encontrar a mi tía, pero lo hice y ella me ayudó, ella nos ayudó, ella fue a buscar a mi hermana mayor y a la policía. Yo me quede en su casa sola con su bebé, y en eso me di cuenta de que algo, más bien alguien se me había olvidado:
Mi hermano, mi pequeño hermanito menor de 6 años se me olvidó en casa y tuvo que presenciar como mi padre golpeaba al amor de su vida (mi madre).
Era de noche, todo había pasado ya, el mounstro ya no estaba, recuerdo que todo el patio estaba lleno de muebles y un camión enorme.
Nos estábamos mudando otra ves.
Fui adentrándome más en mi casa y lo único que podía ver era sangre, todo estaba cubierto de sangre, y luego la peor parte llegó.
Ahí estaba, la mujer mas importante de mi vida, la más bella, la que aún que me golpeara sabía que me amaba por que se trataba de mamá.
Mamá, ahí estaba mamá, con todo su rostro hinchado y deformado por los golpes, mi papá le deformó el rostro a golpes, dañó su riñón provocando que la internaran y operaran, fue una época muy difícil para nosotros, nos fuimos, nos fuimos para jamás volver.
Aun recuerdo todas esas noches con mamá en el hospital, papá, papá daño todo, daño mi infancia, la de mis hermanos, daño el rostro de mamá, su riñón, pero lo más importante su corazón.
