Capítulo único.

120 18 1
                                    

Esta novela estaba planeada para el Eunhae day, pero por falta de tiempo la publico hoy. :'(


•••

Hyuk-jae se preparaba para salir de su casa, muy cansado y aún con su almohada prácticamente pegada a su rostro, comenzó con un ataque de bostezos. Se había levantado tarde, era hora de ir al gimnasio, siete p.m, como todos los días de semana. Cerró la puerta principal con llave cuando recibió una llamada, al principio pensó que ignorarla sería lo mejor, pero tal vez era algo de suma importancia, no tenía registrado el número, pero uno nunca sabe, ¿cierto?.

Una vez dentro de su auto, esperó a que la persona volviera a llamarlo.

-Habla Hyuk. -dijo sin quitar la vista del camino- Y estoy conduciendo, así que, hable rápido. -añadió.

-Hyuk, soy Hae... -dijo el joven del otro lado, causando que el mencionado se estremeciera por completo debido a la llamada tan inesperada.

-Creí que estabas de vacaciones, al menos fue lo que dijiste al momento de dejarme. -Hyukjae habló algo resentido.

-Hyuk... escucha, estoy en Seúl, tengo algo importante que decirte, necesito verte.

-Lo lamento, desde que me dejaste soy una persona diferente, ya no necesito estar tras de alguien que me quiere cuando le es conveniente. Así que, no vuelvas a llamarme, ya no quiero saber más de ti, o de tus estúpidas ganas de controlarme y seguirme con tu maldito GPS. -dijo firme y colgó la llamada.

El muchacho detuvo su auto a un lado de la calle y golpeó el volante con mucha fuerza. Cruzó sus brazos y se hundió en ellos, dejándose caer en la tristeza.

-Hae... aún te amo, pero no quiero que me lastimes más. -comenzó a llorar y sin darse cuenta, cayó en un profundo sueño.

Despertó sin saber en dónde estaba, luego recordó que en su auto, buscó su teléfono y miró la hora, era la una de la mañana.

Los vidrios de su auto estaban empañados, debido a que hacía calor dentro de él, se combatía fuertemente el frío de afuera y provocaba una cortina de transpiración en el cristal. Intentó encender la luz interior del auto pero no encontró el interruptor, observó el espejo retrovisor y soltó un grito ahogado.

-Hola, Lee Hyukjae. -el hombre mostró su sonrisa y salió del auto, rápidamente abrió la puerta del acompañante y se sentó a un lado del conductor, sacó su arma, la cargó y miró al joven aterrorizado junto a él.

-Por favor, no me hagas daño, por favor. -los dedos del hombre frenaron los suyos, evitando que hablara.

-Me ofende que me creas capaz de hacerlo. Hyuk, por favor -el hombre rió y dejó ver una sonrisa cínica- conduce, tenemos que irnos.

-¿A dónde? -inquirió Hyuk poniendo sus manos temblorosas en el volante.

El hombre apoyó el arma en su barbilla y frunció los labios fingiendo pensar la respuesta, la arrastró hasta su mejilla y observó al menor aterrorizado, sonrió de lado y susurró en el oído de Hyuk, causándole escalofríos.

-A casa. -Hyuk encendió el motor y comenzó a conducir en dirección a casa, no la suya, claro, sino la que alguna vez compartió con ese aberrante ser que ahora le estaba apuntando con un arma.

-Quiero que sepas, que si estás haciendo esto por venganza, pierdes tu tiempo, podrías ir a prisión, yo en verdad lo siento... -las lágrimas incontrolables comenzaron a desesperar a Hyukhmjae, y aceleraron su respiración.

Golpes al alma.-One Shot. [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora