Uno

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Salí de la carpa apenas salio el sol, estaba lista para seguir entrenando. Comparto mi entrenamiento con unos diez niños como yo; Sangre nocturna, lo único que cambia es la edad, puesto que soy la mayor, e incluso tengo un año mas que la actual Heda..
La Heda, Lexa Kom Triku.
Llevo sintiendo cosas por Lexa desde que la vi por primera vez entenando.
Cuando llegaron las personas del cielo, llego Wanheda con ella. La relación al principio no era buena. Puesto que los del pueblo Skaikru (la gente del cielo) habían quemado dos de nuestras aldeas en su primer día en la tierra. Hasta que nos unimos y los hicimos el decimotercer clan. Se llevó toda la atención de mi Heda.
Ya estaba acostumbrada a verlas juntas, a ver esas miradas de amor, al querer ser ella.
Lo único que podía hacer era luchar y luchar para llamar la atención, su atención.
Sentí un golpe en mi cabeza y tire un golpe de donde lo había sentido, sin ver. Escuche un quejido de dolor y abrí mis ojos para ver a Clarke teniéndose la cabeza y Heda mirándome apunto de matarme.
- Lo siento, Wanheda. No fue con intención -tartamude, sabia que ahora venia el castigo.
-No te proc...
- Duelo, ahora. Octavia. -la voz de Heda me hizo temblar.
- ¿Por que? -la voz de inocente de su acompañante interrumpió mi sufrimiento mental.
- No tengo permitido hacerle daño, pido disculpas otra vez - agache mi cabeza y camine al sector de duelo.
Escuche como quería impedirlo pero Heda no cedía, y no iba a hacerlo.
Iba a agarrar mi espada, pero me lo impidió. Duelo desarmada.
Vi a Octavia venir con dos pequeños cuchillos. Todos dejaban sus actividades para ver el duelo.
Mire todos sus movimientos, ataco primero.
Pudo llegar hacerme un pequeño corte en la mejilla, le lance una patada la cual no pudo esquivar, pero se levanto tan rápido como cayó. Me empezó a pegar, con el manco de la espada donde era posible, donde dejaba en descubierto. Después de tantos golpes pude frenarla y los gritos alentadores pararon. Al no poder usar armas, lance lejos su espalda, que aun no se cuando la agarro, y enfurecida le tire una patada que la hizo caer por segunda vez. Puse mi pie en su cuello y empecé a apretar, comenzó a tener todo el rostro morado por la falta de aire, vi como levantaba el brazo, vi como este se dirigia a mi pierna y sentí un dolor profundo que me hizo retroceder y vi uno de los chiquillos pequeño cuchillo en mi pie.
Venia contra mi, parecía ciega, me corrí y choco contra alguien. Al venir otra vez, empecé con los golpes en su rostro hasta que cayó y me aleje cojeando.
Volvió hacia mi, con su cara toda inchada y al ver que cojeaba, logro meterme el otro cuchillo porque no fui lo suficiente rapida, este fue en mi estómago. Puse una mano en él, aprentando para parar la sangre y, con fuerza, le pegue en la mandíbula, haciendo que caiga y no se levante. Mire hacia enfrente y vi como Wanheda se acercaba corriendo, como Heda me miraba sin emociones, mas bien aun enojada. Entonces pare a Clarke con la mano.
-Estoy bien. - Vi que Octavia no se levantaba y entonces hablo.
- Doy el duelo por terminado.
Pase por su lado con la frente en alto, pero cojeando, puse al fuego el metal de mi espada, para luego apretarlo en mis dos heridas y cerrarlas. Cerre los ojos cuando los senti contra mi piel y gemi del mismo dolor, lo mas bajo que pude. Una vez que termine, me puse la remera y me dirigí devuelta a la zona de entrenamiento.
-Lo siento.
- Perdonadme a mi, Wanheda. No debí hacerle daño.
- Es entendible... Te golpearon y soltaste un golpe. Perdón por dejar que vayas a duelo.
Asentí sin darle importancia y vi a Heda venir.
- Tu comportamiento me decepcionó. Octavia debería ser una niña peleando contra la siguiente Heda. Vas a tener mas horas entrenando.
Iba a quejarme, apenas tenía unas horas para dormir. La mire con intenciónes pero me calle al ver su mirada.
¿Cómo alguien tan lindo, tan perfecto, puede dar tanto miedo?

LexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora