Soledad, dulce soledad. Me has acompañado tantas veces, y en ocasiones me has aconsejado, pero nunca has llenado el vacío en mí interior, un vacío tan profundo que a veces temo caer en él y perderme.
Soledad, dulce soledad, pensé que eras mi amiga, ¡Oh mi amada y dulce soledad!
¿Cuánto tiempo estuviste en contra mía?
¿Desde cuándo me has odiado tanto?
Tan sutil y silenciosa, tan feroz y agonizante, tan fría y tan tosca, tan fiel y tan traidora,
¿Cómo no pude verlo? ¿Cómo fui tan ciega?
Me has engañado, ¡Oh mi amada soledad! Me has traicionado y me has hundido hasta el fondo y no encuentro el camino de salida.
Me perdí, me perdí, vivo perdida, sin sentido y sin rumbo, sin propósito y sin destino.
Es lo que soy ahora, en esto me he convertido.Bajé la guardia, era una competencia y no me había dado cuenta. Sin premios, sin medallas, sin trofeos, pero al fin y al cabo una competencia, una triste y feroz competencia.
Y me tocó perderla, me tocó ceder, me tocó caer.Y caí... No creo que tuviera fondo este vacío. Sólo caía y no podía levantarme, no tenía fuerzas, me había rendido, había perdido. Es así de cruel como suena, tan sádico, tan triste, tan malévolo. Eso me hiciste tú, ¡Oh mi amada y dulce soledad!
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Soledad, ya no te necesito.
PoetryLa felicidad es un hecho que no está determinado por las circunstancias. En "Soledad, ya no te necesito", nos lleva en un viaje introspectivo, desafiando la creencia de que nuestras emociones dependen únicamente de lo que sucede a nuestro alrededor...