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LONELY | 寂しい
« después de despertar del sueño que eras tú
esta mañana real se siente tan vacía. »
empty | winner.

Las sábanas azules enrolladas en el musculoso cuerpo del amable pelirrojo, son el principal causante de que él no tuviera ningún ánimo de querer abrir sus ojos tan expresivos y, de cierta manera, cautivadores

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Las sábanas azules enrolladas en el musculoso cuerpo del amable pelirrojo, son el principal causante de que él no tuviera ningún ánimo de querer abrir sus ojos tan expresivos y, de cierta manera, cautivadores. Una excusa perfecta, podrían pensar ustedes; sin embargo, era un hecho de que Kirishima Eijirō odiaba despertar, ya fuera en la mañana o una breve siesta.

¿Qué era aquello que le molestaba de sobremanera? El héroe tenía la capacidad de recordar siempre lo que soñaba; no era una especie de quirk, pero si un día le preguntabas qué había soñado la noche anterior, Kirishima lograría contestar sin dificultad. Esa habilidad podía tomarse como buena o mala, según lo que quisiera el sueño, pero últimamente, el joven que estaba cercano a cumplir los veinticuatro años de edad, despertaba angustiado y con una sensación de vacío.

—Demonios. —murmuró en medio del silencio sepulcral de su habitación, habiendo por fin abierto los ojos— Otra vez ella.

"Ella" era una jovencita de identidad desconocida que aparecía en cada uno de sus sueños. Hablaban de cosas triviales, jugaban cartas, abusaban del mundo onírico pidiendo cosas que jamás podrían tener en la realidad y comían sin engordar. Se convertían en niños, se sentían cómodos y su compañía se veía como algo inigualable. No obstante, lo difícil era decir adiós todos los días, sabiendo que si no era allí, quizás nunca se volverían a encontrar. Nunca se preguntaron los nombres, asumiendo que si lo hacían, la magia se rompería.

Kirishima no le agradaba pensar que era el hilo rojo del destino o su alma gemela; decía que no era para nada masculino. Y pese que, solía repetírselo todo el tiempo, las cavilaciones relacionadas a ello lo atormentaban hasta cuando quería ir al baño en paz. Irónico, ¿no? Tampoco faltaba la ocasión en que el recuerdo de la chica se hacía presente e, inconscientemente, la buscara con la mirada intentando que su dibujo tomara vida.

El sonido de su celular vibró con tanta insistencia, que decidió nuevamente hacerle caso a su instinto masculino y mover la imagen de la desconocida lejos de allí. Con movimientos perezosos, hizo a un lado la ropa de la cama y tomó el aparato con una mueca confundida.

El chat con su antiguo curso de héroes tenía demasiados mensajes no leídos. Y, como era obvio, no los leyó todos; simplemente se enfocó en un mensaje en especial: "vamos a emborracharnos". Parpadeó varias veces, viéndose desorientado. Le sorprendió como el alma fiestera de sus ex-compañeros era tan intensa y todos parecían estar de acuerdo. Yaoyorozu de inmediato se autoproclamó como la anfitriona, poniendo como punto de reunión su pequeña —gran— casa, con —mucho— patio y una —enorme— piscina.

lonely ❀ kirishima eijirōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora