Ángel - OneShot

Ángel

Bueeeeno, este es mi primer OneShot así que no sean super malos😅 espero que les guste. Mas que nada lo escribí para probar ciertas cosas a la hora de redactar batallas, pero me gustó el resultado y decidí subirlo.

Gracias desde ya por darme una oportunidad y leerme, y por los comentarios y estrellitas que puedas dejarme❤.

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La lluvia caía, mezclándose con la sangre en el campo de batalla. Los shinobis caían lentamente, sucumbiendo en un sueño profundo. Sunakagure estaba bajo asedio. El terreno de batalla se volvió una suerte de lodo, la arena mojada debilitaba a los shinobis y kunoichis de la aldea de la Arena. El jutsu del líder Akatsuki estaba haciendo doble efecto: no sólo podía sentir a todos bajo la lluvia, sino que contrarrestaba las defensas de esa aldea casi impenetrable.

Uno, dos, tres días de batalla continua entre la organización criminal y los Shinobis. No iban a entregar su hogar sin morir defendiendolo. Habían logrado evacuar a la mayoría de los civiles, aunque unos cientos se perdieron en el camino.

-Esta maldita lluvia parece no parar...-Su kimono negro estaba empapado y su respiración agitada mientras observaba la cortina que no la dejaba ver a más de siete metros -Mierda...
-No parará a menos que lo derrotemos, Temari- Le dijo el titiritero mientras revisaba a esos últimos civiles. Miró a su hermana, se sostenía un lado de la cadera
-Estás herida -Ella negó como restando importancia al asunto -Temari necesitas ayuda médica.
-No soy de los más graves, unas vendas bastarán...- Le respondió aun tratando de calmar su respiración -¿Donde esta Gaara?
-Fue a la línea de defensa... está usando la arena para formar un recubrimiento sobre la aldea completa, pero el agua lo retrasa -Su hermana soltó una maldición por lo bajo y acto seguido abrió su abanico.

El arma más poderosa de la princesa del desierto estaba deteriorada: tenía cortes en la tela y el mecanismo se encontraba trabado. Le tuvo que dar unas patadas para poder abrirlo completamente "así se quedará" pensó.  La haría más lenta, pero era la única forma en la que podía serle útil a la aldea.
-Iré a ayudarlo
-Temari no- Intentó detenerla con la mano y al no poder alcanzarla quiso tenderle unos hilos de chakra. No tenía el suficiente. Solo pudo observar como desaparecía entre la lluvia eterna.
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-Ha salido del escondite... debe ser donde están los civiles- Susurró con una voz tétrica el líder mediante el comunicador.
-¿Quieres que la detengamos? -Le respondió ásperamente el que más beneficiado se veía por la lluvia, la mujer de cabellos violetas suspiró.
-No llegará a mucho en ese estado... creo que será divertido verla caer sin fuerzas... verla sucumbir sin poder pelear, será la primera de los tres en caer. -Nadie soltó una palabra más en la comunicación.
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-¡Gaara! ¡Gaara!- Lo llamaba a gritos mientras corría, a veces chocando por las edificaciones o siendo trabada por su abanico. Explosiones la rodeaban; esos pequeños animales blancos eran un fastidio, habían destrozado buena parte de su abanico.
Tropezó. Rodó varios metros por el suelo hasta que la inercia se acabó. Se levantó costosa, su ropa ya estaba rasgada por todos lados, sus extremidades ganaron varios raspones por la arena y su abanico... no veía su abanico.
-Mierda...-El agua no la dejaba ver, hasta ensordecia sus pensamientos.

Agua, explosiones, gritos.
Lluvia, sangre, arena.

El agua comenzó a calmarse, fijo sus orbes aguamarina en el cielo y vio a su hermano sobre una plataforma de arena construyendo el domo que detenía la lluvia. Suspiró de alivio y se dispuso a buscar su abanico entre los cuerpos, una kunai le rozó la mejilla.
Se paró recta en guardia, sacando sus propias cuchillas para defenderse. Observó el panorama y lo que vio la dejo helada.
-No...
Los cuerpos de los caídos de Suna se erguían lentamente y se preparaban para luchar ahora en contra de su propia gente. Su hermano lo notó, mas no podía hacer nada ya que todo su chakra se concentraba en aquel techo que era lo único que los podía poner otra vez a la cabeza de batalla.