Todos fueron a preguntarle a Jimin qué le había pasado. Se enfadaron un poco con él porque se iba a ir, y aún encima sin despedirse adecuadamente. Pero luego pensaron que Jimin es así, y no le gusta preocupar mucho a nadie.
Ahora el rubio pasa más tiempo en mi casa. Sí, incluso más que antes.
Estoy en el sofá sentada, hasta que escuché el timbre.
Estoy en pijama, pero tengo que ir a ver igual.
Sin más dilación, abrí la puerta.
Era Jimin.
No sé porqué pero me lo esperaba en parte.
Se abalanzó sobre mí y me abrazó, tirándome al suelo.
Jimin: Iseul, Iseul, Iseuuuul...
Yo: Jimin, son las once.
Jimin: Por eso, vengo a dormir.
Sonrió y dejó su mochila al lado del sofá para luego sentarse en él.
Yo: Si es que no tienes remedio eh.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yo: Ahora que lo recuerdo, no puedes.
Jimin: ¿Qué?
Yo: Cortaste conmigo por un vídeo.
Jimin: ¡No!
Se levantó con énfasis.
Jimin: BUENO, SÍ, PERO FUE PORQUE ME IBA Y NO QUERÍA QUE TE PREOCUPARAS DE MÍ PORQUE NO IBA A VOLVER NUNCA MÁS.
Yo: Oye, tranquilízate, sólo era una broma.
Dije eso riendo.
Jimin: Pues tus bromas no son nada graciosas. Nada de nada.
Se dejó caer en el sofá, haciendo pucheros.
Yo: Sí lo son, mira cómo te pusiste.
Yo seguía riendo.
Jimin: Por eso no es gracioso.
Yo: Yo creo que sí lo es.
Jimin: No me hables.
Me senté a su lado apoyé la cabeza en su hombro mientras le abrazaba.
Le di besitos en las mejillas hasta que reaccionó tirándome a un lado del sofá y dándome besos por toda la cara.
Yo: Jimin, Jimin...
Jimin: Esto sí es divertido.
Reí y tomé la mano de Jimin, ya que me estaba ayudando a levantarme.
Jimin: Ahora tendrás que hacerte cargo de mi enfado, porque fue por tu culpa.
Yo: ¿¡Perdona!?
Jimin: Sí, ahora me tienes que dejar estar en pijama siempre, ir sin camisa, dormir contigo, comer pizza siempre... Y más cosas que ya pensaré.
Yo: Desgraciado.
Jimin: Bueno, pero tú me quieres como el desgraciado que soy.
Yo: Ya...
Jimin: Incluso podría venir a vivir a tu casa...
Yo: Jimin, eso...
Jimin me tapó la boca.
Jimin: Es un sí. Gracias, te quiero.
Yo negué con la cabeza y empecé a pensar cómo iba a ser todo aquello, Jimin viviendo conmigo...
Bueno, algún día contaré esa experiencia, pero no por ahora.
Hasta pronto.
-Iseul.
------------------------------------------
WAOH.
Segunda parte terminada por ahora y probablemente para siempre (o no aidoajnsughjgfausha).
Sé que es muy simple, corta y sin mucha ciencia, pero quería hacerlo así por alguna razón.
Espero que os guste, si no os gusta algo me lo comentáis y ya estaría.