Inútil

Impotente.Solo. Frustrado. Rabioso. Humillado. Incomprendido. Cobarde. 

Esta lucha me lo está quitando todo. Nunca me había sentido tan solo a pesar de tener un montón de gente a mi alrededor. Tengo frío por más mantas que me cubran. 

Perder psicológica y sentimentalmente a tus padres siendo no más que un niño de dieciséis años es aterrador. Mis amigos me aseguran que todo irá bien más, ¿que sabán ellos? Ellos, que llegan a casa y saludan con sus más brillantes sonrisas. Ellos, que cuando están cansado quieren irse a casa. Ellos, que piensan en sus padres como un modelo a seguir. 

Pero es mi culpa. Soy un inútil que no sabe hacer nada. Que nada le sale bien. No es capaz de concentrarse en clase ni tener fuerzas para trabajar. Soy un completo y absoluto inútil. 

Y un cobarde. Que se esconde detrás de su sonrisa de niños bueno y su Si Señor. Que no expresa lo que siente por miedo al rechazo. Por más rechazo, quiero decir. 

La vida no es fácil. Intentar entrar todos los días al instituto y regalar sonrisas para que nadie sospeche. Llegar a casa y tener que ser obediente. Y encerrarte en el baño a la una de la mañana para que nadie te oiga llorar. 

Felicidad, ¿eh?... Algún día me gustaría probarla.