Mi mente

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Me llamo Marry y tengo 16 años y tengo una vida bastante buena, mis padres son psicólogos, pero realmente nunca se han dado cuenta de todo lo que pasa por mi mente.

Hace tres años empezó todo, vivíamos alejados de la cuidad en una gran casa, en el bosque, un poco antigua, pero hermosa al principio todo era perfecto, iba al colegio y luego llegaba a casa y aunque mis padres no estuvieran, era fantástico ya podía hacer tanto escándalo como quisiera.

Un día regrese un poco tarde, pero no me preocupe mucho pues... Siempre llego temprano a casa y nunca se enojan o notan cuando llego tarde, cuando llegue todo estaba más oscuro de lo normal y al parecer las bombillas del camino hacia mi casa no funcionaban esa tarde así que me apresure, cuando llegue la puerta estaba abierta y su supuse que ya habían llegado mis padres. Al entrar no había nadie y subí a la habitación, después coloque música y me acosté, ya que estaba muy cansada y no podía más, mi mente estaba tan agotada que juro haber oído un grito más, hice caso omiso.

A la mañana siguiente me levanté normal y baje a desayunar, la puerta estaba abierta y mis padres no estaban, pensé que se habían ido pero, recordé que ellos no trabajan hoy y se me hizo muy raro pero, no me interesé mucho en el asunto, desayuné, me fui a bañar y ese día no me sentía de muy buen ánimo así que no me arreglé tanto, tomé dinero de una caja de madera que tenía escondida con ahorros y salí. Cuando llegue al colegio unas chicas un grado mayor al mío se me acercaron y me empezaron a hablar.
- Hola. - dijeron.
- ¿Hola?. - respondí un poco dudosa ya que ellas nunca me habían hablado.
- ¿Estás bien? Es que estábamos pasando y te vimos un poco extraña Marry. - respondieron interesadas y muy alegres, tanto que no parecían normales.
- Emmm... Entiendo, sí, estoy bien, solo que estaba pensando en un trabajo de clase. - Por cierto, ¿ Cómo saben mí nombre?.
- Oh, jaja. Por que nosotras sabemos el nombre de muchas personas. - Se quedaron viéndome fijamente las tres mientras me decían la frase.

Me causo un poco de miedo ya que sus ojos se veían algo extraños y vacíos parecían que estaban planeando algo.

- Oye niña Marry, ¿Quieres acompañarnos después de la escuela al bosque?. - añadieron después de un incómodo silencio, lo pensé y ya que vivo cerca del bosque, realmente cerca, accedí.

- Está bien chicas más, no debo regresar muy tarde a casa. - respondí inocentemente.

- Esta bien, te esperamos en la entrada. - respondieron en coro mientras se alejaban.

Esas chicas son realmente extrañas. Adriana, Susana y Alice. Adriana la "jefa" del grupo. Alta, cabello largo, rizo y negro, ojos negros penetrantes te intimida verla a los ojos y su piel morena.

Susana hermana de Alice pelirroja, lisa y con el cabello a la altura de los hombros, estatura media, no tan atlética de igual manera sabe mantener su figura, sus ojos son amarillos con una chispa naranja dentro, es muy callada casi no habla.

Y por último pero, no menos importante Alice la astuta, baja estatura, pelo corto, lacio y castaño, su personalidad es ruda pero, inocente, capitana de el equipo de natación.

Las tres tienen tres cosas en común siempre están vestidas de negro, nunca se separan y son realmente extrañas.

Pasaron las horas y salí del colegio, estaban las tres esperándome en la entrada. Me acerque y nos dirigimos al bosque no hablamos en todo el camino, cuando llegamos al lo profundo de el bosque empezaron a hablarme y preguntarme cosas.

- ¿Te has sentido bien estos últimos días? - pregunta Alice.

- Sí, ¿porqué?, ¿Qué hacemos aquí?, Tengo muchas dudas. - respondí un poco asustada.

- Tranquila, ¿Quieres ser parte de nuestro club? - contesta fríamente Adriana.

- ¿Club?, ¿Qué club?, ¿de qué trata?. - me asusto, no sabía de hablaban.

- Tranquila niña, solo será venir acá todos los días leer y celebrar algunas de nuestras tradiciones. - Dice Alice fríamente mientras las otras dos me observan.

- Emm.. ¿esta bien?, Si es sólo eso acepto, no les negaré que tengo un poco de miedo. - Digo seriamente.

- Tranquila, es normal la primera vez. -responden en coro de nuevo.

Me dan un libro un poco extraño y dicen que cada vez que me sienta mal y tenga problemas escriba en el, que me hará sentir mejor y eliminará todos esos pensamientos negativos de mí mente y sonríen de una forma muy diabólica.

Miro la hora y ya es muy tarde, observó mí celular y tengo dos llamadas perdidas de mi padre. Me despido de las chicas y salgo corriendo hacía mí casa y llego al sendero y hoy las luces sí están bien, llego a casa y mis padres están enfadados, después de que me castigaron por llegar tarde nos sentamos a comer. Estaban actuando muy extraño.

Al rato...

Subí a mí habitación y me pongo a escribir en mi diario nuevo todo lo que había pasado en el día, cuando me menos lo pienso quedé dormida y al día siguiente al despertar note que mí piel era más extraña, está de un color más oscuro con muchas líneas de color lila. No le tome importancia y me levanté, baje a desayunar mis padres al verme me dijeron que me dirijiera a su consultorio inmediatamente, era la primera vez que lo hacía, nunca había podido entrar ya que siempre me decían que yo tenía nada. Cuando llegue al consultorio empezaron las preguntas.

- Marry, ¿Cómo te has sentido últimamente?. - dice mi madre con una voz ronca mientras me ve directamente a los ojos.
- ¿Has tenido problemas en la escuela?. - añade mi padre inseguro.
- Madre y padre sea lo que sea que están planeando no funcionará, estoy perfectamente bien y no tengo problemas en la escuela más bien hice amigas nuevas. - dije fríamente, después de todo sabía cómo controlar mis nervios.
- Vale hija, puedes irte. - dijo mi madre seriamente.

Me levanté y llegue a la cocina, luego tomé un par de tostadas y justo cuando iba a empezar a desayunar me entró un mensaje de Adriana. "Te esperamos en el bosque, espero llegues con tu libro".
Me levanté, subí a la habitación y tome el libro, me puse una sudadera negra con puntos y me despedí de mis padres, salí de casa y empecé a caminar hacía donde nos dirigimos la vez anterior. Al llegar estaban ellas vestidas totalmente de negro y esperándome.

- ¿Cómo te fue con tu primera noche todo tranquilo? - pregunta Adriana
- Sí, solo mi piel está algo extraña. ¿Lo notan?. - les pregunto. - sé ríen y se miran una a la otra. - Sí. - responden en coro.
- Es normal los primeros días, después de todo ahora eres parte de nosotras y nosotras de ti. - dice Susana mientras sonríe.
- Oh, ¿porqué ocurre esto?. - digo dudosamente.
Alice se acerca y dice: "extiende tu mano". Al extenderla Alice saca una navaja de su bolsa y corta mi palma, las demás hacen lo mismo con sus manos.
Me asusto y quedó en estado de shock, ellas me dicen que es un juramento de sangre que a partir de ahora nunca nos separaremos y no podré decir nada de lo que pasé. Acepto con nervios, sonríen  diabólica mente.

Se sientan en medio del pasto y empieza a hablar de todo lo que tenía que hacer para ser como ellas.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2018 ⏰

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