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血

si eras muy observador, o muy detallista, podrás notar que entre las cuatro paredes de esta habitación caen gotas de sangre como si se tratase de pintura.

si tienes buen oído podrás escuchar los lentos, y casi inexistentes sollozos de un joven que lucha por su vida mientras otro intenta quitársela.

el olor a metal llena el ambiente, las luces tenues dan un mejor aspecto, como si estuvieran en una película de terror y, el aire frío choca con el cuerpo ahora muerto de park jisung.

¿cuántas vidas vale mark lee?

muchas, demasiadas diría yo, pero esto no se
trata de mí, yo no soy quien está acabando con todos.

saca el cuchillo del cuello de jisung para lavarlo, pero no puede dejar allí al adolescente, debe hacer algo con él.

como si se tratara de la carne más fina, comienza a hacer cortes delicados en la piel del menor, cortes que podrían pasar por cualquier carne vacuna de buenísima calidad.

admite que le da pena,
jisung era su amigo después de todo.

pero que más da, ahora está muerto.

mete los cubos de carne humana a una bolsa de plástico y deja la cabeza del niño colgada en una lámpara, pues sería lindo dejarle al menos algo de recuerdo a su familia.

sale del cuarto sin siquiera limpiarlo, la sangre seca aún estaba sobre las paredes, manchando lo puro y blanco que aún existía en donde sea que jisung estuviera.

baja a la sala con la bolsa de plástico en mano y, antes de salir le tira una mirada a los otros dos cuerpos sin vida que yacen sobre los muebles.

oops, admite que también fue su culpa.

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弱点

justamente había hecho estofado para dos, su novio y el estaban tan hambrientos que ninguno dudó en comer lo más rápido que pudo y si, sin duda estaba delicioso, el menor tenía un indudable talento culinario.

—oye, ¿has visto a jisung? tiene mucho que no lo veo. —dijo el mayor metiendo un trozo de carne a su boca.

no dudo mucho en decirle, después de todo, el menor estaba lleno de sorpresas y por su actitud era fácil decir que tarde o temprano iba a cometer algún crimen.

—te lo acabas de comer.

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m&d