11.

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Llego mi turno de entrar a verla, me dijeron que en la habitación 201.
Entre por un pasillo donde se escuchaban bebés llorando, luego hacia silencio, pero era un silencio frió, se sentía la tristeza y la soledad de aquellas personas.
Una enferma abrió una de las habitaciones, había una chica realmente flaca, casi podían verse sus huesos y estaba conectada a un montón de aparatos, ella dormía.
Creo que simplemente esperaba morir.
La enfermera salió de la habitación, y cerro. Pero en mi mente seguía dando vueltas aquella joven.

Seguí y encontré habitación de Cris, quien tenía droga en sus venas, se veía cansada de llorar, pero estaba durmiendo en paz.
La tomé de la mano y comencé a llorar, y le dije:
Cris, perdóname por abandonarte, estaba tan obsesionada en bajar de peso qué casi te dejo morir, tu eres la única amiga que tengo, y te abandoné, perdóname, no volverá a pasar.

Adela. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora