Los dos reventados de placer y satisfechos, caímos a la cama y nos dormimos al instante. Esa fue, mi bella y preciosa noche con Sebastián, pero la mañana siguiente todo parecía totalmente diferente. ¿Por qué siento que estoy haciendo algo mal?-Al día siguiente-
Había despertado, al lado de mí estaba Sebastián. Al ver el cuerpo desnudo de él, recuerdo todo lo que hicimos anoche.
Tomé mi teléfono que estaba encima de la mesa de noche. Lo prendí y vi más de 15 llamadas perdidas de mi mamá.—¿Por qué me estaba llamando tan... ¡MIERDA!— dije. Había olvidado por completo que tenía que estar en mi casa a las 9:00 p.m. Se va a enojar.
Vi la hora en mi celular, eran las las 7:05 a.m. Un poco tarde para el instituto, podía llegar. Tenía uniforme de repuesto en el casillero, podía irme con la ropa de ayer y cambiarme con el uniforme en los baños.
Tomé mis prendas de ropa y me metí en la ducha.
Mientras tomaba la ducha pensaba en si despertar a Sebastián o no...Salí de la ducha me sequé y me cambié. Estaba lista para irme. Cuando me asomé a bajar las escaleras escuché a alguien en la cocina. Pareciera como si estuviera cocinando.
Bajé las escaleras y alguien me llamó.
—¿Te irás sin desayunar?— dijo.
—¡Sebastián! Creí que estabas durmiendo aún...— dije.
—Lo estaba, pero el agua de la ducha me despertó— dijo.
—Ah... Lo siento. Iré al instituto, todavía puedo llegar — dije.
—Eres muy responsable. ¿Qué dices si nos tomamos este día para nosotros? — dijo Sebastián tomándome de la cintura.
— A-Ahm... No, lo siento. Recuerda que tenía que estar en mi casa a las 9:00 p.m. Y son las 7:15 a.m. Del siguiente día. Mi madre debe de estar preocupada y enojada. — dije.
—Es cierto, nos quedamos haciendo algunas cosas divertidas. Tranquila, ve en paz. Si necesitas mi ayuda para alguna excusa, yo te ayudaré.— dijo Sebastián con una sonrisa.
—Está bien. Lo tendré en cuenta. ¿No irás al instituto hoy?— dije.
—Sí iré, pero más tarde. Toma esto— dijo Sebastián extendiéndome una tostada y un jugo.
—Oh, gracias.— dije y tomé la tostada.
—Digo lo mismo, pero por lo de anoche.— dijo para después guiñarme un ojo.
Mis mejillas se sonrojaron levemente y me fui.
Llegué al instituto cinco minutos antes de clases. Fui a mi casillero y tomé mis cosas. Estaba en el baño cambiándome cuando...
—Oye— tocó la puerta del baño dónde yo estaba.
—¿Ah?— dije
—Nada de "¿Ah?" ¿Se puede saber dónde estabas? Seguro ah-ah era lo único que dijiste anoche con la persona que estabas, ¿verdad? Me cansé de llamarte anoche.— dijo aquella persona.
—¿Val? ¿Eres tú? Y yo... No estaba con nadie anoche. Mi celular se descargó.— dije.
— "Mi cililir si discirguí" eso ni tú te lo crees. Deja de mentir, no te sale. — dijo la franca Val.
—A-Ahm... — sonó el timbre antes de que completara la oración.
— jaja, ¡vamos! Ya es hora de clase, ¿no? Hoy toca química.— dije nerviosa y salí del baño, ahí tomé del brazo a Val y fuimos a clase.
Fuimos a clase. Hoy tocaba química en grupo. Me senté con Val, siempre hacemos buen equipo. No nos separamos ya que nuestro profesor de química apenas nos permite respirar.
Llegó la hora del receso. Val y yo decidimos ir al baño para lavarnos las manos.
—¿Te bañaste hoy?— dice Val.
—Pues sí, ¿por qué lo dices?— dije con intriga.
—Hay un olor muy fuerte. Huele demasiado mal. Me dan ganas de vomitar.— dice Val.
—Ahora que lo dices, la verdad hay un olor demasiado feo. ¿Será en los baños del fondo?— le dije a Val.
—Bueno, quizá. Vamos a investigar. Procura tener tu nariz tapada. Presiento que va a ser asqueroso.— dijo Val.
—Bueno, vamos.— dije.
Fuimos a los baños del fondo y el olor se hacía más fuerte a medida que avanzábamos. Hasta que decidí abrir uno de los baños.
—OH MIERDA, ¡VAL!— grité.
—¿¡QUÉ PASA!? — gritó Val.
—A... Allí— dije.
Cuando Val abrió el baño encontró el cuerpo de alguien, pero no cualquier persona...
—¿¡CHANNEL!?—
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Mi Perfecto Amor.
RomanceMei, una joven de 16 años, se ve perdidamente enamorada de su amado Sebastian. En el mundo de Mei, Sebastian es un príncipe, pero no todo es lo que parece...