Capítulo 2

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Se puso ropa negra, de lo más simple. unos vaqueros raidos con una camiseta del grupo. En los pies unas Converse bajas negras que tenía desde hace mucho y el paso del tiempo se nota en ellas, aunque eso solo las hace más atractivas.

Claire se pasó por su casa. Es un manojo de nervios. Arabella se aferraba a la puerta del coche, asustada de como iba conduciendo, incluso un poco mareada.

Bajaron del coche y se pusieron en la puerta que les pertenecía. afortunadamente, por el contrario que en las demás puertas del lugar del concierto, ésta estaba bastante vacía.

Claire no paraba se moverse, parecía una quinceañera de esas histéricas que salen por la televisión.

-TENGO QUE DECÍRTELO. A LA MIERDA LA SORPRESA DE CUMPLEAÑOS. SON ENTRADAS VIPS. LOS CONOCEREMOS.

Arabella se quedó desconcertada. No sabía como reaccionar a eso. No estaba del todo preparada para verlos, mejor dicho, para verle en directo. Mucho menos para verlo de nuevo tan cerca. Decidió ocultar lo que sentía y alegrarse.

Arabella aún no comprendía como, pero la muy puta de su amiga había conseguido segunda fila y justo delante de donde se encuentra el micrófono de Alex. Por suerte estaba con la regla y su amiga los sabía. Por suerte en la pista, donde estaban, había asientos y podría fingir que le duele tanto que no puede saltar. Y eso hizo, pero apartar la vista de ellos, de él. Fue difícil. Sabía que se había dado cuenta de su presencia el la primera canción cuando tuvo un pequeño fallo en un acorde, y lo confirmó en la segunda, cuando en vez de "Fluorescent Adolescent", se puso a cantar sin avisar "Arabella".

A Claire casi le da algo. Miró a su amiga y se puso a gritar haciendo movimientos raros con las manos, a causa de la emoción. Ella seguía sentada en la silla observando. Y en realidad estaba disfrutando del concierto.

A la mitad necesitaba moverse. El concierto estaba siendo genial y no se lo quería pasar sentada en una silla.

Cuando terminó, entraron junto a un reducido grupo (la primera y la segunda fila) a los camerinos. Iban por turnos y por una extraña razón el guardia de seguridad las dejó a ellas dos para las últimas.

Cuando casi les tocaba salió un hombre con el pelo ondulado y para abajo, despeinado como si se acabara de secar el pelo. Lleva una gorra de béisbol y unas gafas de sol de lo más comunes.

-Sígueme. -susurró rapidamente en su oído de una forma muy sutil.

Arabella sabía quien era.

-Claire, tengo que ir al baño. me encuentro muy mal. Luego hablamos.

Caminó detrás de Alex hasta que llegaron a un solitario salón, con mesas de café. Alex se quitó su "disfraz" después de cerrar la puerta.

-Cuanto tiempo, Arabella. -sonrió de oreja a oreja.

-Sin ese peinado que llevas ahora tu pelo queda de lo más raro. -se limitó a decir con sequedad.

-Llevamos diez años sin vernos y ¿sólo me dices eso?

-¿Qué se supone que quieres que te diga después de lo que me hiciste?

Alex se sentó en una de las mesitas y se quedó mirándola.

-Tuve que irme. Tenía que cumplir mi sueño.

-Me dijiste que nunca nos separaríamos. -dice con dureza-

-Bella...

-No me llames así. Para ti soy Arabella, como para el resto del mundo.

Alex suspiró ruidosamente y desvió la mirada. Luego la miró.

-Si tanto me odias, ¿por qué has venido al concierto con una entrada VIP? ¿Por qué llevas los zapatos que te regalé? Y no me digas que no son, sigue la pintada que le hicimos en la puntera. Además, llevas la camiseta del grupo y te sabias todas las canciones. -dice con calma.

-Lo llevo porque me da la gana. Es mi vida y hago lo que yo quiera.

-Vamos... Be... Arabella.

-Que te jodan, Alex. -le saca su dedo corazón y lo mira con los ojos llorosos y se va dando un portazo. Alex la coge del brazo y vuelve a meterla en la sala abrazándola. La chica se aferra a su ancha camisa de cuadros y rompe a llorar. Él le abraza con más fuerza. Ella entierra la cabeza en su pecho. Sigue usando la misma colonia.

-Quise llamarte en la gira. -susurra acariciando la espalda de la chica- pero no tenía tiempo. Cuando pude cambiaste de número. Te mandé cartas, pero me las devolvían porque te mudaste.

Arabella se separa de él y le da la espalda.

-Joder! Olvida que me has visto así -dice mientras se limpia las lágrimas.

-Como si fuera la primera vez... -rueda los ojos algo aburrido de la situación como si esos años no hubieran pasado- De pequeña te pasabas el día llorando. Y de no tan pequeña.

Arabella se gira y le saca la lengua con un gesto infantil.

Y hasta aquí el capítulo de hoy. ¿Qué pensáis de él? Y... ¿Qué os parecería si hiciera un Twitter dedicado a mis novleas? Así habría mas comunicación lectora-escritoraEspero ansiosa vuestras opiniones.

Knee Socks (Alex Turner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora