Niall Horan abrió sus ojos muy lentamente, extendió su brazo y apagó como pudo el despertador. Pasaron dos años de aquella noche, que de un cierto modo, Niall no olvidó jamas, pero no vamos adelantarnos y vamos a seguir con esta historia.
Se levantó, se dirigió al baño, abrió la ducha y se metió adentro. Aun seguía algo dormido, incluso debajo de la ducha; una vez se vistió de buena manera y se miró al espejo, y se observó.
-¡Qué día! -musitó a su reflejo-. Espero que todo salga lo planeado...
Era el mediodía, Niall se encontraba en una hermosa cafetería, en Londres, estaba esperando a alguien, mientras esperaba, se tomaba un café y observaba todo por la ventana.
Niall estaba completamente cambiado, ya no era aquel Don Juan que se acostaba con cientos de hombres, ni era aquel que no quería formar nada de su vida; ahora trabajaba en una empresa de publicidad y vivía solo, ya no tenía demasiado tiempo para hacer parrandeadas nocturnas, se ocupaba en trabajar y trabajar para mantenerse, pero por un lado, su mente había cambiado, quería conocer a alguien, enamorarse, y pasar momentos juntos, no algo de una sola noche, sino por mucho tiempo.
-¿Horan? -dijo un muchacho- ¿Niall Horan de Undercover Publicity?
Niall se sobresaltó un poco, vió al muchacho y se incorporó, le extendió el brazo y le estrechó la mano.
-Así es -dijo Niall, enérgico- Tu debes ser Brian Strain... -Stron -corrigió. -Oh, Stron, disculpa -dijo Niall, algo nervioso-. Siéntate, por favor..
Ambos se sentaron y cada uno agarro su portafolios y los puso sobre la mesa. Niall sacó unas imágenes y otros papeles.
-¿Quieres pedir algo? -dijo Niall.
-No, esta bien -dijo Stron, con una sonrisa-. Preferiría hacer esto ahora, así cerramos el contrato.
-Me parece perfecto -insinuó Niall, algo nervioso.
Niall le acercó las imágenes y Stron las tomó, las observo.
-Bueno -dijo Stron-, dime, ¿cual es el acuerdo?
-De acuerdo -comenzó Niall, tosiendo primero-. Estábamos pensado que su producto, además de ser algo bastante interesante, es algo que mucho querrán. Por supuesto ¿quién no se negaría a que una máquina nos de masajes en los pies cuando llegamos a nuestras casa, cansados de caminar de un lado a otro, o cansados de trabajar? Por eso... -Le entregó tres imágenes- en la primera tenemos a un empresario, en este caso, lo vemos en su sillón, cansado de la rutina... Viendo la televisión y usando su producto. En el segundo se me ocurrió que un trabajador le regala a su esposa, una ama de llaves que trabaja todo los días en su casa... También estaría bueno... Y por último, se me ocurrió algo bastante llamativo, podríamos decir algo candente también.... Una noche romántica, antes de irse a dormir, ¿no les vendría mal unos masajes en los pies antes de hacer sus actos amorosos? Sería bastante tentador, con esta última imagen...
Stron quedó sorprendido como todas las imágenes, eran buenas, tenían buena calidad, buenos propósitos, eran atractivas...
Pero hubo una de ellas que no le cerraba.
-Sinceramente -dijo Stron-, las ideas son bastantes atractivas.. Pero no logro comprender la tercera imagen, ¿por qué antes de hacer sus actos amorosos usarían el producto?
-Pues, bueno -dijo Niall, incomodo-, se dice que los pies son una parte muy erótica en los humanos, por eso somos tan sensibles a las cosquillas o nos gusta demasiado los masajes en los pies... Es por eso que creo que la tercera debe ser la que lleve adelante la campaña.