「Dieciséis」

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Dipper estaba sentado frente al escritorio de su habitación, golpeando con la goma de su lápiz su sien pensativo.

Tenía ciertas hojas sobre el escritorio, escribiendo en el mismo un listado sobre todos los objetos que necesitaba para remodelar la cabaña y el lugar donde estaban localizados. Era un hecho que no quería que sus tíos se enteraran sobre Bill, así que se las ingeniaría para librarse de esa situación.

Bill no había abandonado su lado desde entonces, siempre permaneciendo cerca, y por cada vez que Dipper se movía un poco de su lugar, él volteaba a verlo al instante.

Ahora estaba sentado de espaldas al castaño, recargado en la silla mientras veía un álbum de fotos que la castaña le había entregado para entretenerlo.

Pareció no haberle interesado al principio, ya que lo había arrojado un par de veces, pero su atención se centró cuando Mabel se lo devolvió por tercera vez y le enseñó una foto de Dipper cuando era un bebé. Dipper sólo rodó los ojos con irritación al escuchar la risa de la criatura.

Después de eso, Mabel se retiró para ir al trabajo, dándole por igual espacio a su hermano para pensar las cosas con mayor claridad.

Ahora estaba viendo una página en específico donde salía una foto de cierto animal rosado. No recordaba haber visto algo similar antes, a lo que cerró por un par de segundos sus ojos para repetir cada memoria que tenía desde su nacimiento hasta el día actual.

Terminó dándose por vencido al no encontrar absolutamente nada, y soltó un bufido que el castaño escuchó.

—¿Qué pasa, Bill? —preguntó curioso, dejando de lado su trabajo para centrar su atención en el alíen.

Sus ojos chocolate se detuvieron en la fotografía que el peliblanco miraba fijamente.

—Ese es Pato, la mascota de Mabel —dijo antes de arrebatarle el álbum de fotos—. Y es mejor que no veas nada involucrado a él ya que te teme.

Bill tomó la acción como sorpresa y se giró para tener de vuelta lo que era suyo, pero al notar la mirada serena del castaño sobre sí se limitó a cruzarse de brazos.

Dipper suspiró de alivio por la acción, últimamente Bill ya no buscaba tener problemas, de lo que estaba agradecido. No quería poner más cosas en su listado que deba reponer. 

De un momento a otro se quedó pensando en Pato.

El cerdito fue encontrado el día anterior debajo de la cama de Mabel, acurrucado en un espacio en donde no pudiese ser visto. Estaba temblando y tomó más de media hora conseguir que saliera de su escondite.

Asumió que se había escondido desde que Bill adoptó una postura salvaje.

Aquello se convertiría en un problema después, ya que como Pato le tiene miedo a Bill podría hacer un escándalo cuando sus caminos se crucen, y sinceramente no quería tener que lidiar con las personas que escucharan de su alrededor.

El cerdito podría convertirse en una alarma para el gobierno, a lo que debía pensar en algo para evitar otro interrogatorio o un enfrentamiento.

Su mente empezó a dar vueltas en el lío en la que estaba metido, provocando que esta le doliera. Necesitaba tomar un descanso, no había cerrado ni un ojo desde lo sucedido.

—Bill, ¿qué te parece ver la televisión? Es lo único que no rompiste, por lo menos.

Acomodó las hojas una sobre otra y las dejó en el centro del escritorio completamente ordenadas, finalmente añadiendo su lápiz a un lado de estas. También tuvo que asegurarse se cerrar la ventana frente a él, no quería más accidentes. Podía imaginar como era que las hojas se iban volando de su habitación hasta caer en manos de los agentes.

Caído De Las Estrellas. [Alienígenas]「BillDip」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora