¿Cómo se escabulle una débil alma de la desesperación?
¿Cómo hace el alma para escapar de su juicio?
¿Cómo hace la mente para dejar de pensar?
¿Cómo hace el corazón para dejar de sentir?
¿Cómo hace, amigos míos, la vida si está enamorada de la muerte?
¿Cómo hace ella para amar? Si sabe que al amarlo todo acabará, y aun así va ciegamente ante él, entregando todo lo que tiene
¿Será porque sabe que de igual forma todo acabará?
¿Cómo hace, amigos míos? La muerte, que creemos fría y oscura, final de todo camino
¿Cómo hace para ser tan noble y tan bella, de advertir a la vida enamorada que de estar juntos, para ella todo acaba?
Les podría decir, que estas son falacias, pues la vida y la muerte no son más que etapas, pero de ser así ¿Por qué duele tanto cuando todo acaba? La existencia es caprichosa, a veces dulce y a veces amarga, existimos sin fin alguno, pero tememos a que todo acabe.
Cómo extinguir el dolor de un adiós, cuando uno se está preparando para saludar, mentir y decir que todo está bien. Con qué cara salir, y que ropa disimular, cuando el alma se encuentra desnuda frente a sí misma. Romper en llanto sería inevitable, si no fuera por lo vacío que se queda, desear dejar todo, no sería mala opción, si no fuera porque ahí se encuentra el verdadero amor.
Nadie debe superar a nadie, la vida no se trata de ello, se trata de asimilar, porque la vida no es competencia, debería ser compañía y apoyo, entre amigos, familia y pareja. La vida es inexplicable, no se existe para nadie, ni por nadie más que de uno mismo, y aun así ¿Por qué duele tanto? Pueden ustedes responder a la vacía pregunta o por lo menos decir, que motivación encuentran en un mundo lleno de odio, rencor y dolor, el humano vive en base a ese odio, piensa con el dolor y actúa con el rencor. Cómo se ha dejado de lado el espíritu, que llena de paz y calma la existencia humana, cómo podemos burlarnos de quienes son ellos mismos, pero no sabemos ni decir de dónde venimos. Qué decepcionante es, pertenecer a esta raza de animales, pero más decepcionante es, ver cómo temen a la muerte como si de dolor se tratara, cuando en vida se sufre más que en muerte, tememos a la inexistencia, por ello temblamos al oír sobre el final.
Qué angustiante sentimientos me embargan amigos míos, pues pueden hablarme de felicidad y responderé con una sonrisa, pueden hablarme de tristeza y les devolveré una lágrima, pueden hablarme de futuro y les responderé con el presente, pueden decirme del amor, y les daré un abrazo, pueden hablarme de arte, y lo apreciaré junto a ustedes, pueden hablarme de muerte y les hablaré con tranquilidad, pero si me hablan de la vida y no sabré qué responder, pues como hablar de algo, que todos aquellos que han pasado por ella, nunca han sabido cómo acabaría, y cuando todo acabó, no pudieron decir más, que adiós.