Habitacíon 743, 744, 745, 747... Tan nerviosa que me pasé de largo. Volví hacia atrás y toqué a la puerta de la habitación 745. Una fuerte voz reconocible me dijo:
-Adelante.
Empujé la puerta y me dirigí hacia Fred para darle un abrazo.
-¿Qué tal estas?- pregunté nerviosa.
-Bueno, ¿tú que crees?- me preguntó Fred.
-Tú tan misterioso como siempre- le dije.
Nos empezamos a reír, una risa que no duro tanto ya que de repente la puerta se cerró de golpe, dando un portazo que nos dejó aturdidos.
-¿Qué ha sido eso?- pregunté.
-Oh, no pasa nada, es algo normal, llevo poco tiempo aquí y ya a pasado bastantes veces.
-De repente, un doctor entró por la puerta diciendome que me debía ir.
Me despedí de Fred y salí fuera al pasillo. Al bajar por las escaleras me encontré con la Señorita Trinidad, la cual me dijo que estaba en la habitación 746 por si quería ir a verla. Llegué a casa y mi madre me dijo que donde había estado. Yo le explique lo de Fred y que me había encontrado con la Señora Trinidad. Mi madre me dijo que al dia siguiente fuese a ver a Trinidad. Yo acepté, protestando, pero acepté.
Al día siguiente era sábado, y me dirigí hacia el hospital, subí por las escaleras y ...
Habitación 743,744,745; pensé en Fred ; 747... ¿Pero la habitación 746?
Bajé corriendo por las escaleras, y a la primera enfermera que me encontre le pregunté que donde estaba la habitación 746. Ella me respondió que nunca había habido una habitación 746. De repente sonó un portazo que venía de la habitación de Fred, y entonces la enfermera murmuro algo que no le pude oír muy bien pero digo algo como: Esa habitación...
Salí fuera del hospital, ya que mi madre me dijo que estubiese en casa sobre las dos y ya eran menos cuarto. En una avenida me paré en una tienda y compré un juego de mesa de detectives, ya que a Fred le gustaban mucho. Al llegar a casa me inventé la historia de la Señora Trinidad. Aquella noche en la cama fue de lo mas horrible; no dejaba de pensar en esa habitación, en la 746.
Al siguiente día, como no había dormido nada, tenía un sueño de muerte. Al ir hacia el hospital, en un paso de cebra me atropellaron. Me había roto un huesto de la pierna y otro del brazo. Desde ese momento no me enteré de nada... Una ambulancia, habitación 748 y un portazo de una puerta muchisimas veces.