We're Gonna Fly...

"Capítulo 1"

T

-Hija!- llamaba mi madre -ya ven a comer que se nos hace tarde!

-Ya voy madre!- le contesté -Lina ya me tengo que ir mi madre me esta llamando.

-No te preocupes! , nos vemos luego eh.

-Sayonara- le dije cerrando la laptop y haciendo una señal de despedida.

Lina, ella era muy comprensible siempre me apoyaba en todo y viceversa. No importaba que tan grande era el problema, siempre lo superabamos juntas.

Me alisté para bajar a comer. Mientras bajaba las escaleras olía un aroma exquisito que salía de la cocina, no quería la verdad ni apetito tenía.

-¿Qué pasa?- alcé la vista para encontrarme con mi madre mirandome -No tienes hambre cierto- cada vez se acercaba más a mí con preocupación pero yo no retrocedía -se te nota en tu cara amor- dijo y después me tomó de la mano.

Mi madre, era muy trabajadora,pues obvio lo hacía por nosotras. Era muy valiente y no le temía a nada... o eso pensé.

-Hija come, debes de hacerlo; desde hace días que no comes casi nada, me preocupas.

Me lo decía con su cara, ella ya no soportaba verme así pero no había de otra.

-Esta bien mamá- fue lo único que le contesté para después dirigirme al comedor.

Al entrar al comedor vi a mi hermana ya sentada, me recibió con un Buenos días Tati esperando mi respuesta.

-Hola peque- le devolví. Volteé a mi alrededor, lo que ví era hermoso, todo estaba decorado para navidad; me quedé extrañada porque se iba a celebrar en un mes y medio pero no le di importancia. -¿Dormiste bien?- le pregunte y ella asintió.

Me senté, nuestra madre nos sirvió a todas y empezaron a comer, yo sin embargo solo pinchaba la comida con mi tenedor, hice el intento; no quería preocupar a mi progenitora y me lo comí.

Pude hacerlo y se sentía muy bien pensé volviendo a tomarle el gusto a la comida por el momento.

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Después de salir del hospital yo me le quedé viendo a mi madre, ella era feliz de donar sangre, era feliz de ayudar a la gente, de ayudar a su hija. Ella era mi superhéroe.

Fuimos a comer esperando a que diera la hora de ir por mi hermana a su escuela. Mi madre se había pedido una carne asada, yo solo agua.

No me podía exigir a comer mucho cuando no tenía apetito. No sabía como mi madre lo había superado tan rápido, yo no podía. El hecho de que su esposo haya abandonado el mundo no me parecía adecuado.

-¿Cómo puedes estar tan feliz mamá? Yo no puedo- le pregunté curiosa. Ella me miró como si no pudiera expresarse pero terminó contestando.

-Lo hago por ustedes- fue lo único que dijo a la vez que caminabamos.

Paseamos un rato viendo todas las tiendas y esperando a que se bajara la comida. Me preguntaba como podía estar bien sabiendo que mi padre había muerto hace poco. Era su todo decía ella, ellos se amaban a más no poder eran como uña y mugre.

Ellos solían bailar bajo la lluvia, salir al parque, explorar paisajes; y todos esos recuerdos quedaron desechados, ahora son una forma de revivir el dolor.

Alcé la mirada ya que el olor de lo que parecían ser malteadas me llamaban. Volteé a la izquierda y ahí estaba, reslumbrante como siempre, "Y&Y" el restaurante favorito de mi infancia. Donde solía comer hasta más no poder.

Al entrar, el olor embriagante de las malteadas me golpeó y corrí a la recepción, pedí por un Unicorntip y mientras esperaba comencé a divagar en mi lugar.

-¿No crees que tiene mucho azúcar?- una voz masculina me saca de mis pensamientos repentinamente.

-¿Y como porqué me importaría eso?- dije mientras volteaba, mi mirada se topo con un chico algo alto y de buen parecer. -Es más, no es como si no lo necesitara- dije sarcástica aún sabiendo que era si lo hacía y mirando mi cuerpo.

-Te ves bien como estás, sabes; a muchos chicos no les importa el aspecto de una chica, como por ejemplo y...- lo interrumpo mirándolo fijamente para que no siguiera su frase -... No a muchos chicos les importa eso- dijo susurrando y sonriendo.

Después de eso, me entregaron mi malteada y antes de irme me volteé para hablar -..Si tu lo dices- dije con delicadeza mirandolo a los ojos; vi como se quedaba sonriendo mirándome y me fui lo más rápido que pude.

Algo sentí en ese instante...