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Se encontraban está vez en la casa de Jihyo. Myoui Mina, Son Chaeyoung, Minatozaki Sana, Zhou Tzuyu y Kim Dahyun sentadas en la sala, observando las noticias. Jihyo estaba en el comedor escribiendo un informe para su universidad. Todo estaba en silencio, las chicas ya no eran las típicas niñas risueñas de antes, ahora eran amargadas y alcohólicas. Bebían cerveza observando la Tv, Jihyo bebía un jugo. Ninguna hablaba, simplemente prestaban atención a la Tv.

"Terminé." Jihyo dejó el informe de una mesa y se sentó en el sillón. Nadie le respondió, sólo Chaeyoung le dió una breve mirada para luego volver a ver la televisión.

"No entiendo porqué está pasando esto." Murmuró Sana, agotada.

"Nadie lo entiende, Sana." Habló Chaeyoung cortante. Aún a Jihyo le costaba asimilar que las alegres chicas estuvieran de esa forma. Aún no podía creer que algunas estaban bajo tierra.

"¿Qué te pasa últimamente conmigo?" Sana, un poco molesta, miró directamente a los ojos a una de las menores. "Me tratas muy mal."

"¿Cómo te puedes hacer la sentida cuando ya tres de nuestras amigas han muerto?" Contraatacó Chaeyoung. Se quedaron un minuto todas en silencio, hasta que Chaeyoung aportó de nuevo. "No entiendo porqué vine con Mina sabiendo que una de aquí es la asesina."

Chaeyoung salió de el departamento enojada, sin despedirse de nadie. Mina hizo una pequeña reverencia y siguió a su novia.

"Chaeyoungie." Murmuró dulcemente Mina. Chaeyoung se detuvo y bajó la mirada, sintió como Mina agarraba una de sus manos con dulzura. Levantó la mirada y observó fijamente los ojos de su novia, la cual sonrió. "No te preocupes." Acarició con su pulgar el dorso de la mano de Chaeyoung.

"Es que..." Chaeyoung comenzó a llorar, se giró y abrazó con fuerza a Mina, quien no dudó en corresponder el abrazo. "No sé en quién confiar, y eso es doloroso y lo sabes. Nuestras amigas de toda la vida están siendo asesinadas, y una de las mismas es la asesina. ¿En quién puedo confiar?"

"En mí." Mina tomó en sus manos el rostro de Chaeyoung y limpió unas de las lágrimas que caían por las mejillas de la misma. "Mejor vamos a casa."

"Minari, me siento mal conmigo misma, estoy... Sospechando de una de mis amigas, que solía ser mi mejor amiga, me siento mala persona, por dudar de ella." Susurró, las lágrimas no dejaban de salir.

"No te preocupes, Chaeyoungie." Volvió a abrazarla. "Todas estamos sintiéndonos así, queramos o no. Así que no eres mala." Le dió un pequeño beso en los labios. "¿Vamos?"

"¿Y si mejor vamos a un parque de atracciones?" Chaeyoung intentó sonreír. "Creo que despejarnos y alejarnos de todo ayudará, a las dos."

Mina simplemente asintió y caminó, en ningún momento soltó la mano de su pequeña.

(...)

Volvían a casa, ya era tarde.

Estaban por llegar a su dulce hogar, entre broma y broma. Hasta que algo heló su sangre.

Jihyo estaba ahí, golpeando salvajemente la puerta de las chicas, cubierta de sangre. Ambas corrieron hacia ella.

"¿Qué pasa?" Preguntó asustada la japonesa.

Murder «Satzu»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora