-Wao...-dice un chico admirando.
-¿Qué?-responde la chica intrigada.
-tus ojos...-responde el chico aun admirándola.
-¿Qué tienen mis ojos?-dice ella.
-Son maravillosos...
-A-Aah ¿por qué?-dice ella algo sorprendida.
-Enserio no te has dado cuenta?-dice el chico con cara de incredibilidad.
-¿De qué?-pregunta ella.
-Son increíbles, tienen vida propia...-responde.
-Eeh...gracias pero son solo simples ojos "café"-dice ella con una leve sonrisa.
-Te equivocas... no son simples... te diré porque:
"Cada vez que te encuentro, siempre me pierdo en ellos... Es que no me explico como "siempre" son distintos? El día que te conocí era normal, hasta que... note ese delineado negro alrededor de tu pupila puedo jurar que nunca vi unos ojos iguales, pero eso no era todo... cuando te acercaste a la ventana emanabas luz propia y pude notar ese marrón claro con un toque de miel en una de las orillas, ese día estabas con una cálida sonrisa, pequeña pero adorable que observando la ventana parecía que perseguías el sol como una niña... Desde ese día empecé a estudiarlos y analizarlos como un medico a su medicina. Recuerdo cuando reíste a morir por un chiste que a tu amiga le salió, reíste tanto que lagrimas te salían por montón, ese día la miel se apodero de tus ojos llegado al punto en que casi desaparece "el corazón" de tus ojos se pusieron tan chiquitos que solo brillaban de conmoción rallados de una manera que dios no perdono... Si estabas triste puede que se opacara la miel quedando empañado como tierra mojada, pero aun tu negro intenso resaltaba. Y yo te miraba con tristeza pero al mismo te adoraba... Después cuando por primera vez furica te encontré con un lobo me tope... y para mi fue increíble como la luna en frente de mi estaba, si estaba seguro que de día aun rondaba... tus ojos traspasaban el alma de quien los miraba... y aun que sabía que la vida así sería arrebatada, me arriesgue y empecé a cavar mi posada... no podía creerlo mi vida colgando en tu "Eclipse" estaba... En tus ojos se veía la luna cubriendo el sol que ese día para mí no estaba porque tus ojos para mí lo ocupaban, ya que aún estudiaba esa trilogía de maravillas que con café iniciaba, castaño llenaba y con la luz del sol de verano se reía en mi cara, brindándome la calidez que nadie ni el sol había logrado darle a mi interior y aún esa media luna brillaba... por eso me perdí en tu eclipse... por eso... son maravillosos.
M.T
