Capítulo 1

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Las gruesas gotas de lluvia caían en el parabrisas, la neblina y el granizo parecían no tener fin, llevava aproximadamente una hora lloviendo.
Estar en el coche conduciendo y este clima no eran una buena combinación,pero haría lo que fuera por Thiago.
Mire a mi lado, ahí estaba el, con sus hermosos ojitos azules y su brillante cabellera rubia. Sonreí al pensar que mi hermano sería todo una galán cuando grande.

—Layla, acelera, vamos a llegar tarde—réplico thiago haciendo un puchero

—recuerda que es primero la seguridad, igual no falta mucho—respondo ya cansada de manejar tanto

—bueno pero acelera solo un poquitin, por favor-súplico juntando sus manos

Suspiro y aceleró solo un poco, carraspeo preocupada.
De un momento a otro siento un gran vuelco en mi corazón, es doloroso, casi asfixiante.

Respiro profundo y apretó el volante, dejando mis nudillos blancos, miro a Thiago para sentir seguridad y en ese justo segundo el coche recibe un gran impacto, estiró frenéticamente mi brazo para proteger a mi hermano, pero no sirve de nada

Pierdo el control total del carro, giro primeramente hacia mi lado izquierdo, volcandome con fuerza de costado. El coche da unas cuantas vueltas hacia el barranco, siento un dolor punzante en mi abdomen.
Los vidrios explotan y unos pedazos se incrustan en la piel de mi cara y brazos. Pero el mayor impacto lo recibe Thiago, su pequeño cuerpecito está prácticamente doblado y sus manos y cara están cubiertas de sangre. El carro termina de dar vueltas y termina boca abajo

Estoy en shock, mi cuerpo está paralizado del susto.
¿Por que nos tuvo que pasar
esto?
¿Acaso así lo quería el destino?
Hago el mayor esfuerzo por mover mis manos y busco el cinturón, después de un rato tratando de desabrocharlo lo logro y caigo lastimandone más.

—¡Thiago! ¡Thiago! ¿Me escuchas?

Gateo hacia el y al verlo no lo reconozco, su carita esta muy golpeada y llena de heridas. Lloro de frustración por no proteger a mi hermano, le desabrocho el cienturon y lo recibo en mis brazos

—por favor despierta-digo suplicante, le toco su cabello y lloro mucho mas

Lo apoyo en mis piernas, mi cuerpo a perdido mucha sangre, mis párpados comienzan a cerrarse lentamente.

¡No! No me puedo desmayar, ¡no puedo!, intento volver a pararme pero mis esfuerzos son en vano, comienzo a perder el control de mi cuerpo y mis párpados ceden

ExtrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora