La PRINCESITA Que No Quería A Un REY Si No A Una REINA.

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Me levante temprano para ir a la escuela, nunca imagine que ese beso fuera a cambiar todo.

«A esto es a lo que me refiero»...

Llegue a la escuela y fui a saludar a mis dos amigos.

-Hey Azael, Miguel -digo corriendo hacía ellos
-Hola Mildre - dice Miguel
-Que ha pasado de nuevo?
-dice esta vez Azael
-Tengo mucho que contar les, es que por dios que muero
-digo pero en eso veo pasar a Sophia y voy con ella

-Hola Sophi -le dije sonriendo
-Ah hola Mil -dice de volviendo la sonrisa -Me Tengo que ir nos vemos en clase -dice y yo vuelvo con los chicos

-Chicos les parece si nos saltamos un par de clases? -les digo con alegría
-Esta bien -dijeron los dos al unísono, fuimos al jardín y nos sentamos de bajo de un enorme árbol
-Bueno que paso entonces -habla Miguel
-Pues, juren que no le dirán a nadie! -les dije mirándolos fijamente
-Lo juro -dice Azael
-Lo juro -dice Miguel
-Ayer fue Sophia a mi casa y pues ... -Les conté todo y ellos por cada palabra que decía se asombraban más
-Se BESARON !!? -Dice Azael gritando
-Calla te que alguien nos puede escuchar, y si nos besamos -digo sonrojada
-Y que sentiste? -dijo Miguel
-Fue extraño lo que sentí, fue algo nuevo que nunca había sentido -dije con sinceridad
-Tus padres lo saben?? -vuelve a decir Azael
-No, no lo saben, ustedes mejor que nadie saben que si ellos se enteran me meten a un convento de monjas y me hacen decir el Ave Maria y el padre nuestro unas mil ocho mil veces -digo, imaginado me lo y seria horrendo
-Jaja y lo peor es que si son capaces -dice Miguel riendo y yo lo fulminó con la mirada
-Bueno ya juraron no decir nada a nadie así que lo tienen que cumplir -digo un poco tranquila.

Volví a ver a Sophia y le trataba de hablar pero no salía algún sonido de mi boca, también chocábamos miradas y yo le sonreía pero ella solo me evita o hacia como si no me hubiera visto.

Esto no va a ser nada fácil