Todo el mundo hace lo mismo en la pequeña ciudad de Riston, Maryland. Nadie tiene la valentía suficiente para encarar a la rutina y darle la vuelta a la tortilla, todos prefieren quedarse en su zona de confort.
¿Y que hay de mí? Rain Wilmers. Veinticuatro años, estudiante de periodismo en la universidad de Riston durante el día y repartidora de diarios a primera de la mañana. La gente no lo sabe, pero sin mí en este enorme cementerio lleno de cadáveres carecientes de vida, todo se desmoronaría en cuestión de segundos, soy esencial en esta pequeña ciudad de vejestorios, y no es por tirarme flores.
Yo soy la chica que reparte el diario todas las mañanas, ese mismo diario que te avisa del temporal previsto para hoy, que te anuncia la muerte de alguna persona o te pone en alerta sobre algún secuestrador que pueda merodear por los alrededores. Eso sería muy interesante si en Riston pasara algo de eso, pero lo mas interesante que ha pasado aquí desde los últimos cinco años fue la muerte de Robbin, el gato de la señora Jonson, atropellado por una furgoneta de bollería industrial.
Al menos hasta que un hombre alto, joven y trajeado llegó nuevo a la ciudad. Carne fresca. Todo el mundo se preguntaba porque un hombre tan apuesto y con pinta de ser millonario se habría mudado a una ciudad como esta.
Yo, con el tiempo, lo comprendí.
Simon Collin era como un abuelo encerrado en el cuerpo de un hombre de veintisiete años. Tremendamente aburrido y monótono. Demasiado formal y ordenado para lo que parecía ser. La cuestión es que Simon Collin dio algo de lo que hablar a las abuelas en la peluquería por dos semanas, pero no tardo demasiado en convertirse en alguien más en aquella aburrida ciudad.
Excepto para mí.
Porque no se podía mezclar frío con calor, no se podía intentar juntar alegría con tristeza, ruido y silencio.
Pero es que, joder, me pone de los nervios.
Simon Collin, mi nuevo vecino, la persona mas aburrida del mundo y también la que hizo un gran cambio en mi vida.
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GOOD MORNING SIMON
Short StorySimon Collin es un hombre aburrido y monotono por naturaleza. Prefiere el orden a la aventura, los cafés amargos a los dulces y la tranquilidad antes que la diversión. Parece estar condendado a vivir de por vida encerrado en su trabajo, su circulo d...