Extraña enfermedad

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"Extraña enfermedad"

Niko se detuvo indeciso frente a la puerta de la enfermera y respiró profundo  antes de tomar la manija. No era como si le encantara la idea de entrar ahí, pero llevaba varios días sintiendose extraño y necesitaba hablar con Mayka al respecto.

—Oye, Mayka, necesito...—no terminó la frase al notar que la mujer no se  encontraba ahí. En su lugar se encontró con unos ojos listos e inquisidores que se clavaron en él. Juan, quien había dejado el libro que tenía entre las manos, lo observaba atentamente.

—Mayka está descansando, ¿te puedo ayudar?

Una ves más, Niko sintió ese extraño malestar que lo había estado acompañando desde hacía más de 1 año, desvió la mirada intentando decidir si prefería esperar a su madre o ser atendido por el otro médico, apretó fuertemente el marco de la puerta sin atreverse a dar un paso adentro.

—¿Tardará mucho en volver?—preguntó con la voz claramente turbada.

Juan se puso de pie y se acercó al pelirrojo, observó que tenía las mejillas encendidas, posó el dorso de su mano sobre su frente para sentir su temperatura. El rubor de Niko se hizo más notorio a la par de que su respiración se aceleaba drásticamente.

—Wolf, creo que voy a morir—Exclamó en un tono de sincera preocupación.

—Pasa de una vez y toma asiento en una de las camas, déjame revisarte.

Sin saber que responder el más bajo obedecio, se sentó con el cuerpo tenso en la orilla y comenzó a juguetear con sus dedos mientras que su mirada pasaba nerviosa de un lado a otro, mirando de vez en vez al hombre que lo acompañaba. Estaban solos, no recordaba la ltima vez que eso había sucedido.

Juan se acercó a la gaveta donde Mayka guargaba sus utensilios para extraer un estetoscopio. Era consciente de que Niko llevaba varios días actuando extraño, lo había sorprendido más de una vez en un estado reflexivo, algo que no cuadraba muy bien con su alocada y alegre personalidad.— Quítate la camiseta— le indicó mientras tomaba asiento en un banquito frente a él. Colocó el estetoscopio en medio de su pecho.—Respira hondo— pidió a la par que cerraba los ojos para concentrarse en su labor.

<<mi corazón va a salirse>>

Pensaba Niko mientras apretaba con los puños la sábana que tenía debajo. Por más que intentaba respirar como le haba indicado le pareca imposible, con cada movimiento de aquel frío aparato sentíá que el aire le hacía más falta. Clavó sus inquietos ojos sobre el rostro del médico recorriendo con curiosidad cada detalle de él, terminando su recorrido sobre su inexpresiva boca. El más joven se humedeció los labios sin darse cuenta, como si de repente tuviera una sed extrema.

Ahora no sólo su corazón palpitaba como loco, comenzó a sentir que su cara se calentaba.

—¿Qué desayunaste hoy?—Juan abrió los ojos sin deshacer esa corta distancia que había entre ambos, Niko retrocedió lo más que pudo doblando sus codos, no pudo sostenerle la mirada.

—¡No he podido comer nada, Wolf! ¡Ni siquiera toqu lo que Laura me sirvió!—contestó con voz angustiada, mordió su labio inferior que por extraño que pareciera, comenzaba a temblarle—nunca antes me había pasado.

—Ya veo...—soltó el astuto moreno mientras una traviesa sonrisa se dibujaba sobre aquellos seductores labios, acercó su rostro al de Niko, quien retrocedió a tal grado que terminó recargado sobre sus antebrazos, lo tomó de una mejilla y movió su dedo pulgar acaricindolo con suavidad.—Dime, ¿cuando te sientes peor?

—A-Ahora...—contestó con toda sinceridad. El contacto de aquella mano quemaba su piel, había algo más que necesitaba decirle, aunque sus palabras parecían atorarse dentro de su garganta. Tragó saliva, sabía que si no hablaba con claridad el mayor no podría hacer bien su trabaj—-sólo me pasa... cuando te tengo cerca...

One-shot Yaoi Hard (Boy Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora