JAMIE.
"JAMIEEEEEEE" Así empezaba mi día, un día más, sin ella, con una mujer a la que no amaba, y con mis hijas, que sin dudas eran el pilar de mi vida. Me levanté y fui hasta donde provenían gritos de Amelia y las niñas, una mañana más donde peleaban por la ropa que tenían que ponerse, Amelia tenía un gusto peculiar que a las niñas no les gustaba, hoy querían ponerse unos vestidos que les regalo Dakota, y por razones obvias su madre no quería.
-Buen día familia -salude sonriendo a las niñas y las levanté a ambas en mis brazos abrazandolas- que pasa? No les parece un poco temprano para estar peleando?.
-Jamie, necesito que les digas que tienen que vestirse como nosotros las vestimos, no pueden elegir ellas siempre -decía frustrada-
-Amelia - la miré y trate de sonreirle de la mejor manera- son niñas, pero pueden ponerse lo que quieran, estamos acá en casa y ninguna va a salir hoy, no le veo razón a que no lo hagan -dirigí la mirada a mis dos solcitos- pónganse lo que quieran si? Voy a convencer a mami mientras -sonreí al ver sus sonrisas hermosas, las baje no sin antes recibir un abrazo y un beso de cada una- vayan jueguen.
Las vi irse con sus vestiditos amados, yo también los amaba, me acordaba de ese momento como si fuera ayer.
FLASHBACK
-Jamie puedo pasar? -golpeaba la puerta de mi habitación, me levante y le abri -
-Daki, todo bien? - me corri dejándola entrar-
-Si -entro y me miraba un tanto timida- te traje estos regalos, sabes que les tengo mucho cariño a las niñas - me extendió dos bolsas y las agarre mirandola a los ojos- espero que les guste y les vaya bien.
-Gracias, sabes que no había necesidad, pero muchas gracias -sonreí mirando adentro de las bolsas- los van a amar, tanto como te aman a ti -bajo la mirada y yo extrañado intente agarrar su mano pero la corrió-
-Jamie esto se terminó, vos tenes una familia, vivimos una locura hermosa pero hoy elijo que seas feliz con ellas, te pido que no intentes cambiar mi idea, y que la respetes. Seguiremos con buena onda de acá a que pasen estos 3 días de promo y luego de eso sólo seremos un hermoso recuerdo -suspiro y se fue, sin dejarme decirle nada-
Fin del FLASHBACK
-Jamie... estas acá? - me decía Amelia-
-Si -sonreí y le di un beso de buen día- vamos a desayunar?
-Jamie no me desautorices adelante de las niñas, soy la madre
- Lo lamento -dije suspirando- sólo que no me parecía algo malo que se vistan como quieran hoy, es domingo.
-Entiendo, pero tiremos juntos para el mismo lado si? -reí bajito y asenti con la cabeza- okey bajemos que deben estar muertas de hambre.
DAKOTA.
Estaba en Los Ángeles en mi casa, hoy era día de descanso por suerte, estaba mirando la tele en el sillón haciendo zapping hasta que vi una noticia de EL. Jamie en la tele, en un torneo de golf, estaba lindo como siempre y no pude evitar sonreír al verlo. Lo veía caído, algo estaba mal en el, pero no iba a saberlo. De golpe sentí unos besos en mi cuello, mi novio. Me dediqué a reconstruir mi vida, después de Jamie, costó pero poco a poco logre encontrar una armonía. No estaba 100% feliz, pero si lo suficiente para dejarme amar y tratar de amarlo. Después de una tarde de mimos y risas, se fue partiendo camino a Malibu, ya que hoy iban sus hijos para verlo y compartir tiempo juntos. Quería que lo acompañe pero algo, que no supe definir que era, me decía que no vaya y que me quede en mi casa. Pasaron un par de horas más, eran las diez de la noche y yo no podía sacarme de la cabeza a Jamie, me preocupaba todavía, quería saber de el, quería hablar con el. Tomé mi celular y lo llamé, sin darme cuenta de la diferencia horaria, cuando me di cuenta corté, eran las 6am. Me golpee en la cabeza y me levanté a buscarme algo para tomar, cuando volví me encontré con que me estaba llamando, dude en atender, pero sabía que si no lo hacía quedaba como una cobarde, al fin y al cabo lo habia llamado yo.
-Hola... -dije timida-
-Hola Dakota-decía el y yo no sabia que decirle- me sorprendió tu llamado tan temprano.
-Eh Si, eso, perdón, no tuve en cuenta la hora -suspire-
- No hay problema, lo sabes, que necesitabas?- y yo no podía decirle que lo había visto en la tele, que verlo había derrumbado mis muros-
-Me equivoque al apretar, disculpame -si, otra vez mentía- lo lamento Jamie, hasta luego -corté-
JAMIE.
Eran las seis de la tarde y yo no podía dejar de pensar en Dakota y su llamado. Sabía que no era una equivocación, algo le pasaba y yo estaba enloquecido por saber que era lo que necesitaba. Me aparte del living donde estábamos mirando tele con las niñas y me dirigí a la habitación, ver re la puerta sentandome en la cama y la llame 5 veces hasta que en la última llamada contestó pero no habló.
-Dakota me escuchas? - la escuchaba respirar detrás del teléfono-
-Si
-Necesito verte...
-Sabes que es imposible no? -suspiró-
- No lo es... Yo sigo teniendo el departamento aquí, y en Los Ángeles, puedes viajar, yo arreglo el tema del viaje con mis amigos y lo mantenemos lo más secreto posible, habla con Robin, como en los viejos tiempos, y ven para aquí para poder charlar bien -le dije justo antes de que me corte-
Desanimado seguí el resto de mi dia junto a las niñas que eran las únicas que me daban fuerzas. Nunca olvidé a Dakota, todos estos meses estuvo día y noche en mis pensamientos. Mis ganas de verla, de tenerla en mis brazos me tenían mal. Pero todo era llevadero hastaque volvió a comunicarse. Esas ganas se volvieron una necesidad, una maldita necesidad de mi bella droga, Dakota Johnson. Eran las doce de la noche y estaban todos durmiendo, menos yo que me encontraba en el living viendo tele, cuando por fin estaba por subir a dormir, sonó mi celular, era ella.
-Hola? -respondí nervioso-
-Acepto -sonreí al escucharla- acepto viajar, pero tiene que ser mañana mismo antes que me arrepienta.
Continuará...