Pacify Her*
(Domingo 10/06/2018 1:35 pm)
•♦♦いいぇ♦♦•
"Él se está acercando;
Triste siempre está.
Con ella de la mano...
Pero al fin se va..."
...
A la distancia, noté como dos personas caminaban de la mano, hacia el templo de la anciana Genkai. Rápidamente pude notar quienes eran. Esos cabellos flameantes me lo decían todo... Era el zorro con su noviecita.
Agh... esa mujer sacaba todo lo malo de mí: avivaba mis celos, desgarraba mi alma, se llevaba mi corazón... me arrebataba lo que más amaba... Kurama.
Ya hacía algún tiempo atrás que comencé a sentir cosas muy extrañas hacia Kurama. Anhelo, posesión, enternecimiento, cariño, gratitud, ilusión, celos... y... amor. Sí, admito... me enamoré del zorro. Pero no todo es mi culpa, es culpa de ese desgraciado por ser tan gentil, amable y comprensivo; por ser perfecto.
Bueno, sí... en parte también era la mía. Traté de ser frío como el hielo y duro como el diamante, pero una chispa de calor comenzó a brotar dentro de mí cuando lo conocí y uní lazos de "amistad" con él. No sabía que era ése sentimiento y mucho menos me importaba, era raro que de un día para otro doliera el estómago si atracarse una noche antes. Sigo diciendo, es raro esto que siento por ése idiota.
Me sonrojo cada vez que me dirige una mirada o una simple palabra. Me siento tan débil y estúpido. Soy vulnerable a todos sus encantos; en cambio, a él de seguro ni siquiera le importo de esa manera. Sí, también es cierto que él me cuida mucho, y me sobreprotege. Pero, yace un tiempo que dejó de hacer eso, ahora sólo se dedica a prestarle atención a esa humana...
"¡¡¡AGH!!!... ¡Te odio, Kurama! ¡A ti y a esto que siento!" pienso casi a diario. "¡Cuanto quisiera fulminarla cremándola con mis llamas demoniacas!".
Esto que siento por ese baka kitsune es muy fuerte, y eso me molesta. Como quisiera olvidarlo, ya no amarlo... sacarlo de mi mente y lanzar lejos de mí su recuerdo. Pero, no puedo. Simplemente no puedo, no quiero, no lo deseo. Lo amo demasiado que me encanta sentir esto, aun sufriendo las no gratas consecuencias de lo prohibido.
A comparación de los humanos, a los demonios y las apariciones no nos enseñan a no desear lo que los demás tienen. A nosotros nos importa un bledo que la otra persona se sienta mal por arrebatarle lo que más o a quien más ama; un claro ejemplo de esto sería los kitsunes: a ellos no les interesa robarle a alguien su "persona especial", ellos tan sólo lo que quieren es sexo y sangre, órganos y carne. Eso, para ellos, es un festín.
Pero Kurama y yo somos diferentes a ellos. Kurama, a pesar de ser un kitsune, es una buena persona, ya que al mezclarse con Shuichi Minamino, Yoko cambió y se convirtió en un joven amable e inteligente, conservando la astucia y crueldad de su vida pasada; y yo... yo era un demonio vil y cruel que asesinaba por dinero y diversión... pero, al conocer a Kurama, Yuusuke, Kuwabara y los demás, - sobre todo el zorro, - creo que comencé a ser un poco más abierto, más tolerante, menos impulsivo, más como los humanos.
Ahh... otro suspiro pesadumbroso se escapa de mis labios. Esa chica que va de la mano de MI Kurama me da mal espina, siempre actúa tímida y amable con los chicos y chicas. Pero, sin embargo, yo conozco su truco, su gran farsa.
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PACIFISTA
Fanfiction"Siempre he querido y amado todo de ti, pero, para mi mala suerte, tengo algo llamado orgullo, el cual no me deja decirte cuanta cursilería desearía y, también, gracias a mi egocentrismo te dejé ir a los brazos de alguien... a quién ni siquiera amas...