Encuentros y reencuentros

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Disclaimer: Persona 5 pertenece a Atlus.

Advertencias: Contenido BL (Boys Love).

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Ren se encontraba recogiendo las últimas cosas de las mesas de Lecorbeau, un pequeño café/pastelería que había empezado unos años luego de volver a su ciudad natal desde Tokyo.

La tienda estaba indudablemente basada en el lugar que lo acogió durante el periodo más difícil de su vida, pues la nostalgia es fuerte y el cariño infinito.

Cuando quiso iniciar el negocio, fue directamente a su teléfono a consultarlo con Sojiro —a través de Futaba, pues sabía que el hombre no se llevaba tan bien con la tecnología a diferencia de su hija—, quien lo aconsejó de una y mil maneras, todo con tal de que su experiencia fuese la más expedita y exitosa posible, y, deseándole lo mejor en ese nuevo camino que comenzaría a recorrer, prometieron viajar a visitarlo cuando el local estuviera listo, pues debían colocar su propio sello de calidad.

—¿Lecorbeau? —preguntó Sojiro una vez estuvo frente al café, con Futaba a un lado, quien sostenía a Morgana, y Ren al otro—. Si no me equivoco, corbeau es cuervo en francés, ¿no?

Futaba se removió en su lugar, observando a Morgana quien le devolvió la mirada, para luego ambos fijar su vista en Ren con unos ojos llenos de preocupación.

—Sí, es exactamente eso —respondió Ren con una sonrisa—. Ya que hice que todo me recordara a Leblanc, quise colocarle un nombre parecido. ¿Qué opinas?

Sojiro se llevó una mano al mentón y pasó los dedos por su barba unas cuantas veces, dando la impresión de estar meditando su respuesta.

—Pues es un nombre bastante atractivo —dijo finalmente, enseñando una sonrisa—. Creo que elegiste bien, niño. Oh, esto podría significar que nuestras tiendas son hermanas, ¿no?

—Sería un honor si así fuera, Jefe —respondió Ren haciendo una pequeña reverencia a su lado.

Sojiro puso su mano en uno de sus hombros y lo obligó a enderezarse.

—No hay necesidad de ser tan formal, chico. Puede que ya no vivamos juntos, pero sigues siendo parte de la familia. —Le dio dos suaves palmadas en la espalda— Siempre lo serás.

Ren sonrió desde el fondo de su corazón. Realmente ellos fueron las personas que necesitó en el momento exacto, y ahora volvían a serlo. Nuevamente se sintió muy agradecido por haberlos conocido y, antes de que lo pudieran detener, se encontraba abrazando a Sojiro, quien sólo hizo un leve sonido de fingido desagrado ante el afecto.

—¡Oigan! —exclamó Futaba a su lado, ambos la miraron y vieron su ceño fruncido, el mismo que tenía Morgana.

—¡Nosotros también estamos aquí! —exclamó el felino esta vez, a lo que Sojiro le dio una mirada de total resignación.

Si es que el gato acaba de decir algo, no le he entendido. ¿Alguien me puede explicar?

—Dijo que él también quiere un abrazo —respondió Ren con una sonrisa. Morgana reclamó algo otra vez pero fue silenciado por Sojiro quien, por primera vez, lo tomó en sus brazos.

Ante la mirada atónita de ambos jóvenes, Morgana incluido, Sojiro se limitó a responder—: Me estoy haciendo viejo, así que me puedo dar el lujo de ser un poco más complaciente.

—¡No haces eso conmigo! —protestó Futaba, quien solo recibió una mirada agotada.

—Tú ya estás grande para eso.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2018 ⏰

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