Solo una noche

3.7K 208 33
                                    

Una fiesta, una canción, un baile... un hombre. Su nombre. No lo sé. No le pregunte.

Los movimientos y pasos sincronizados sintonizaban solos sin que nosotros tuviéramos que intervenir. Nuestras miradas chocaban entre sí, sacando una chispa de excitación en nuestros cuerpos. Nuestras respiraciones se mezclaban cada vez que nos osábamos a acercarnos más de lo que nuestra situación nos permitía.

El en compañía de una bella mujer y yo en pleno compromiso con un hombre que jamás en mi vida había conocido.

¿Importaba? En ese momento no.

Mientras la bella melodía sonaba por todo el salón nuestros sentidos se iban mezclando. Una excitante atracción comenzó a nacer y nuestros cuerpos lo sentían. Nuestras miradas delataban nuestros pensamientos. Nuestros movimientos delataban nuestros deseos y nuestras palabras lo ocultaban.

Conforme se iba terminando la pieza de música, nuestra atracción se iba haciendo cada vez más palpitante. Su piel en contacto con la mía ardía y podía sentir su claro deseo por mí. Despertando una atracción morbosa que jamás había sentido por un hombre.

El sonido del bello piano terminó alargándose por unos cuantos segundos, haciendo que nuestro sincronizado baile fuera parando. La canción terminó y nuestros pasos también. Los aplausos sonaron por todo el salón, pero nosotros permanecimos en la misma posición. Él no apartaba su mirada de mí y yo tampoco de él. Deseando que solo ese instante fuera eterno. Pero las cosas siempre tienen que terminar.

Las personas comenzaron a sentarse junto con sus parejas en las mesas. La bella música que nos había acompañado ya no sonaba por todo el salón. Y nuestras situaciones amorosas se hacían presentes.

Haciendo todo el esfuerzo del mundo, me separe de él. Le regale una sonrisa cargada de frustración y deseo. Misma que fue devuelta.

No le di tiempo de hablar, ya que tuve que caminar rumbo al que dentro de unos meses sería mi esposo. Una mentira.

Lo vi a él también reunirse con su pareja. Era una bella mujer de una melena rosa de envidia. Ojos de un encantador color jade y una figura que invitaba a pecar. Si, una mujer ideal para un hombre como él.

Sus bellos ojos conectaron con los míos al sentir mi mirada. Permanecimos unos instantes mirándonos, azul mezclándose con lila. Una bella pero extraña combinación. Aparto la mirada al sentir la mirada de mi futuro esposo sobre mí. Su rostro delata descontento. Y eso no era bueno.

La velada pasa entre miradas discretas y mensajes indirectos entre nosotros. Él ignora a su acompañante y yo olvido con quien vengo. En ese momento solo estábamos nosotros dos. Nadie más.

— Iré al baño. No tardó. — Me levanto de mi silla bajo la atenta mirada de mi prometido.

— ¿Sucede algo? — Frunce el ceño. Mostrando desconfianza en cada uno de mis movimientos.

— La comida no me cayó del todo. — Me llevo una mano al estomago y desfiguro mi rostro en dolor. — No tardaré. — Tomo mi bolso de mano y camino hacia el pasillo en donde se encuentra el baño.

Entro en el pasillo que, a mi favor, se encuentra con poca iluminación. Paro cuando escucho los pasos de alguien y una sonrisa se instala en mis labios.

Continúo con mi marcha. Paso de largo del baño y giro sobre un pasillo que está rodeado de pura oscuridad. Tomo el pomo de la puerta del cuarto de mantenimiento y entro sin esperar respuesta.

La oscuridad nos rodea. Siento como unas manos fuertes y masculinas rodean mi cintura y como un aliento caliente y espeso me hace cosquillas en el cuello. Un estimulante cosquilleo se instala entre mis piernas. Tengo que sujetarme con fuerza al firme cuerpo que tengo delante para evitar caer.

Solo una nocheWhere stories live. Discover now