Épilogo

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Todo comenzó en Verano y la canción que más puedo recordar es Hold Back the River de James Bay, es aquella letra que no me deja descansar y al preciso instánte de escuchar las cuerdas de esa guitarra, reproducir la melodia, un escalofrío recorre mi espina dorsal y las manos comienzan a temblar como la primera vez que entablé una primera conversación con esa persona.
Meses atrás la vida era un caos, risas y fiestas pero un vacío enorme ocupaba el lugar de mi corazón, una sensación de soledad no se íba con los libros y mucho menos con las salidas, mucho tardé en darme cuenta que la vida no se trata de estar caútivo de tus propios pensamiendo sino que debía encontrarme y comprender lo que realmente quería... Fué enconces cuando conocí el amor de Dios y el amor terrenal de una persona ajena a mí familia. Un amor que tanto miedo me daba de responder y déjarme llevar que al momento de aceptar, lloré por no saber las consecuencias del mismo.
Las palabras no eran suficientes para ese momento, las miradas lo decían todo; amor. Es casi ilógico creer en el amor a primera vista hasta que te sucede y no, no me refiero a ese flechazo en el colectivo o la calle, sino a algo mas profundo, ese sentimiento de pertenencia e incluso sentirte correspondido al instánte, saber que estás siendo la persona más feliz gracias a una sola mirada.
Ese verano no sólo encontré al amor de mí vida, me contré a mí misma gracias al amor de Dios. Todo esto se resúmen a la obra que Papá hizo en mí vida. Es un téstimonio de la obra qué el hace en nuestros corazones, de qué manera nos bendice, guía y ama a pesar de los errores que hemos cometido.
Desde ese 03 de Agosto de 2017 Papá me ha mostrado Milagros, amor, paz, plenitud, restauración, respeto, calidez, justicia... No acabaría de describir todo lo que el me ha mostrado en una sóla página.
Realmente el haber conocido a una persona cambió mí vida, esa persona me ayudó a comprender el amor que Dios tiene por nosotros.
Son momentos que atesoro en mí ser, que me hacen gritar que JESÚS GANÓ y consígo ganamos libertad. Él nos ama y nos lo demuestra en lo cotidiano, ordinario y cuando estás preparado y lo escuchas, en lo extraordinario.

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