Capítulo 1

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No sé por donde empezar, supongo que comenzaré con mi infancia, aunque no hay mucho que contar... no tenía amigos porque era muy introvertida (bueno aún lo soy pero solo un poquito).

Me volví introvertida a causa del bullying que me hacían mis compañeros, se burlaban de mi siempre por mi físico, a mis maestros les molestaba porque era lenta para escribir, mis compañeros me quitaban mis cosas, mi niñez en la escuela fue lo peor y eso que era un colegio cristiano.

En la secundaria, todo era normal según yo, también había un chico que me molestaba, hasta me mancho de tinta el uniforme (tinta que por cierto nunca se salió) y me sorprendió saber que había fallecido (diría que fue karma), más sorprendida estuve porque fui la última persona de la escuela a la que vio.

En mi 3er año de secundaria, había ido a casa como todos los días, estaba por encerrarme a mi cuarto hasta que llegó él, ese chico que me cautivó con esos ojos verdes esmeralda, era la primera vez que veía a un chico tan guapo, esa sonrisa perfecta, esa piel clara, ese cuerpo perfecto (no me juzguen, es la primera vez que tengo a un chico tan cerca), ante mis ojos era el chico más guapo y sexy del mundo. Llegó a trabajar a casa de mis tíos, mi tía nos presentó, su nombre era Luis...ese nombre que siempre pensé permanecería en mi mente o al menos eso creí.

-Liliana, ya llegaste-dijo mi tía indiferentemente.
-Si, ya llegué-dije desanimada como siempre.
-Bueno, te presento al nuevo empleado, su nombre es Luis y tiene 16 años. Me voy porque tengo cosas que hacer, adiós sobrina.
-Ok, bye.
-Hola, niña-dijo alzando las cejas.
-Hey, no soy una niña, soy una adolescente-le dije en forma de replica. Lo sé algo contradictorio considerando que soy tímida pero él me llamó niña y no me gusta que me llamen así.
-Ok, no eres una niña sino una señorita.
-Cierto.
-Iré a limpiar las habitaciones, señorita Liliana.
-o...ok.

Y así fue nuestro primer encuentro, diría que fue amor a primera vista, que puedo decir tenía 15 años, era ingenua y le creí todo lo que me decía.

...

Llego de la secundaria y no había nadie, mi mamá seguía en su trabajo, mi abuela y mis tíos habían salido, estábamos solos. Iba a meterme a mi habitación cuando él me preguntó cómo me fue, no pude resistirme a esa mirada y solo atiné a responder que me fué bien.

Estaba escuchando música en mi cuarto hasta que decidí salir ya que no tenía tareas por realizar hasta que me encontré con Luis.
-Buenas tardes, señorita Liliana.
-Buenas...tardes...¿Puedes dejar...de llamarme... señorita?
-Jajajaja, no que no querías que te diga niña sino señorita.
-Nunca...dije eso. Solo...que no me llames... niña. Mejor dime... por mi nombre, somos de la misma edad-dije evitando su mirada, me pone nerviosa que me esté mirando.
-Ok, te llamaré Liliana entonces-dijo dándome su hermosa sonrisa encantadora.
-Mmm... ya que terminé de limpiar, hay que conversar si te parece.
-Está...bien.

Estuvimos conversando un buen rato, me dijo que nació en provincia, que trabajaba en un supermercado a la vez que se pagaba sus estudios hasta que conoció a mi tío y que lo llevó a trabajar con él. También me enteré que tiene novia, no me sorprende, es guapo y con esos ojos quien no quisiera estar con él.

-No eres de las que habla mucho, ¿cierto?-me dice sonriéndome.
-¿Por qué lo dices?-le pregunto curiosa.
-Porque solo te limitaste a escucharme.
-Bueno, no quería...interrumpirte.
-Admítelo, eres de las calladas.
-Si...lo soy. No soy de...hablar mucho
-Se nota. En fin me iré antes que regresen tus tíos, gracias por escucharme por cierto.
-Hasta...luego.

Obviamente nunca le diré a mi madre que me gusta un chico y menos si es el empleado, a mi no me importa eso pero a mi "familia" sí. Hubiera deseado tener amigas para contarles que me gusta Luis. Pasaron los días y siempre conversábamos cuando llegaba a cada y no había nadie. Me contó que es algo mujeriego y que no quiere a su novia, solo está con ella por costumbre.

...

Y así pasaron los meses hasta que un día vino su novia a la casa, yo estaba regresando de la escuela cuando los vi discutiendo fuera de la puerta y ella se veía molesta hasta le dió una cachetada y se fué, antes que se diera cuenta lo ignoré y me fuí directo a mi cuarto, no es por ser mala pero ojalá hayan terminado, quizá así se pueda fijar en mí. Estaba escuchando música echada en mi cama hasta que escucho un ruido en la venta y cuando me asomé vi que era Luis, está loco para meterse por mi ventana.

-¿¡Po...po...por qué t...te metiste por mi ventana, estás loco!?
-No es eso, solo quería hablar con una amiga, además sé que viste lo que pasó hace rato. Tranquila, no te haré nada, así que no te pongas nerviosa.
-No...fue mi intención...llegaba de la escuela...y los vi desde lejos...perdona ¿si?-le dije algo nerviosa evitando su mirada.
-No tengo nada que perdonarte, más bien quería pedirte...disculpas por lo que viste-me dijo algo nervioso, lo cual me sorprendió porque es la primera vez que lo veo así.
-¿Estás bien? ¿Por qué estas...nervioso?
-Sí, aunque no lo creas estoy bien y me puse nervioso por la escena que viste.
-No te preocupes-le dije con más confianza-¿quieres hablar de ello?
-No, mmm...mejor hagamos como que no pasó nada, ¿está bien?
-Está bien, como quieras. Mejor vete antes de que alguien llegue.

Justo cuando estaba por salir escucho que alguien abrió la puerta de la sala y era la voz de mi mamá (¡ay Dios, porque justo hoy!). Menos mal que pensé rápido y decidí evitar que se fuera, lo metí debajo de mi cama ya que mi mamá estaba a punto de entrar al cuarto.

Es mi primera historia, si les gusta no olviden su voto. La escribí hace años y no me animaba a publicarla hasta el día de hoy. Espero les guste y le den una oportunidad.

Le quiero dedicar es @Bacticr306J ya que me animó a publicar esta historia, gracias por tu apoyo.

La Vida y el primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora