Capítulo 11

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Milo caminaba se veía animado, con el llevaba dos bolsas de alimento empacado, sabía que sería bueno, habia podido saber lo que se necesitaría gracias a Camus y en algunos detalles por Kanon.

Pero habia algo... Algo que llama la atención del heleno.

Se metió por un pequeño callejón para acortar camino pero eso habia sido una mala idea.

Un hombre camino tranquilo hasta detenerse no mas de dos metros, su vista en alto y serio era notorias.

-Tu eres Milo ¿cierto? -preguntó aquel hombre.

Milo no contesto había algo muy diferente en aquel hombre, simplemente lo miraba atento a posible ataque.

-Es demasiado joven, Milo... Acaso ¿no te acuerdas de mi? -pensó mientras veía aquel chico. -¡Responde! -exclamo nuevamente.

-S-Si... -respondió de manera temerosa.

Era la primera vez, lejos de ahí observaban todo, quedando sorprendido ante aquello... Aunque siguieron viendo, como el hombre se aproximo al heleno, aunque este comenzó a sentirse amenazado y lanzo sus ataques.

El hombre esquivo rápidamente u antes de que lo volviera hacer tomo la muñeca del proyecto.

-¿Piensas atacarme? Milo me tienes miedo puedo verlo, puedo sentirlo a decir verdad... -sus ojos cambiaron.

-.... Yo... No... -se zafo. -¿Quien eres tu? -preguntó retador. -¡Porque Kanon ni eres!

-Soy Saga, he venido por ti Milo pero no te haré daño a menos que tu quieras -dijo de manera tranquila.

-¿Saga? Pero... Te pareces tanto a Kanon -dijo el menor.

-Kanon es un clon que salio mal, pero por error escapo, aún así no sobrevivirá mucho, su tiempo de vida es mas corto que el de nosotros Milo -dijo Saga.

-¡No es cierto! ¡Ya que yo cuidare a Camus! Hasta que perezca -dijo.

-Milo no te haré daño, pero tu mismo provocaras que Camus se aleje de ti... -dijo.

-¿Que? Nunca se alejara de mi el a demostrado mucho -dijo molesto.

-No estés tan seguro Milo -dijo.

De un momento a otro Saga habia dirigido un puño con rapidez cosa que el heleno se exalto, en cuestión de segundos callo al suelo...

-Espero y entiendas que no siempre se hará lo que quieres -dijo.

Con aquello el hombre se alejó, los observadores quedaron algo molesto, puesto no habia provocado nada en absoluto, a menos no demostraba nada...

Milo reacciono tiempo después, mirándose confuso por todo lo que habia pasado. Se dio cuenta que aquel hombre no estaba ahí, miro a todos lados, nada, absolutamente nada.

Dio un suspiro cansado y regreso, aunque aun no descartaba cualquier duda de que pudiera de no a verlo visto, que lo tomaran como un loco o algo parecido.

Llego a casa temprano, dejo las pertenencias en la mesa y se dirigió hacia Camus, quien se hayaba de pie, se encontraba cambiándose este simplemente cerro la puerta, no lo vería, aunque un sonrojo surco sus mejillas, ese esbelto cuerpo era estupendo, tenia pequeñas marcas de sus músculos pero nada exagerado era perfecto para su gusto.

Poco después Camus salio, miro a Milo quien sacaba cada producto, se encamino hacia el y toco su hombro, llamando la atención del heleno.

-¡Ah! Hola Camus -saludo mientras seguía sacando.

-¿Que tanto has comprado? -preguntó mirando aquello.

-Traje lo que necesitaremos -respondió. -Aparte es bueno saber que todo lo recordé je je -dijo mientras sacaba una caja de cereal.

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