Mi nueva ciudad

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Ya casi estábamos en Seúl, la despedida fue un poco dura para mis padres, realmente lo entiendo, es algo triste que tus hijos dejen su casa por formar su futuro, pero yo sé que a la vez están orgullosos y nos desean lo mejor. Pero yo estaba preparada y mi hermano también, y eso era lo que importaba, nueva ciudad, nueva vida.

- ______: ¿Estás cansado de conducir?

- Jiyong: No te preocupes hermanita. estoy acostumbrado, además esto es muy importante para nosotros, ya lo sabes.
-dijo con una sonrisa mientras tenía los ojos atentos a la carretera-

- ______: Es verdad, solo lo decía por si querías que conduciera yo, no me importa, de verdad.

- Jiyong: No te preocupes, además solo hace unos meses que conseguiste el carnet y estás carreteras son algo peligrosas, hay que fijarse mucho, pero no te preocupes, dentro de un tiempo probablemente conducirás hasta mucho mejor que yo. -ríe levemente-

- ______: Bueno... Está bien... Supongo.

Pasadas unas horas llegamos.
Todo el camino estuve observando todo mi alrededor, la ciudad era preciosa, había tantos sitios y tantas personas... era tan perfecto... Que parecía un paraíso. No podría creer que ese hermoso lugar llegaría a ser mi hogar.

- Jiyong: Bueno, ya hemos llegado.
-dijo desperezándose entre bostezos-
Joder... ahora a subir todas las maletas.

Bajamos del coche y abrí el maletero observando las maletas.

- ______: ¿Solo tienes una maleta?
-dijo algo preocupada-

- Jiyong: Si, no necesito muchas cosas... pero... si quieres te puedo ayudar con tus maletas.

- ______: Vale gracias, llévame una que yo no puedo con las tres.

- Jiyong: Menuda floja -ríe-

Por fin subimos al apartamento, nuestros padres habían amueblado un poco pero solo con lo básico para vivir.

- Jiyong: No te preocupes esto estará mejor cuando tengamos más dinero, poco a poco.

- ______: Si, pero de momento para vivir yo creo que nos vale. -sonríe-

- Jiyong: Buuueno -bosteza tirándose al pequeño sofá- elige tú la habitación que quieras, ya me quedo yo con la que sobre. -tomó el mando y encendió la televisión-

- ______: Vale, pero no te quedes dormido en el sofá, que tienes que preparar la cena.
-me fui rápidamente-

- Jiyong: ¡EEEH! ¿¡CÓMO!? Te lo paso por hoy, eh, pero que no se repita. -dijo gritando-

Yo fui a investigar las habitaciones, una por una... Se veían muy cuidadas y las vistas eran realmente acogedoras.
Finalmente me quedé la habitación más lejana de la puerta de entrada, era más o menos grande, los muebles eran blancos y celestes.
La otra habitación estaba muy cerca del salón y no quería escuchar la televisión, ya que me cuesta mucho dormir y el ruido no es que me ayude a coger el sueño tan fácilmente... Sabiendo que a mi hermano le encanta quedarse viendo series hasta muy muy tarde.

Poco más tarde, fui a por mis maletas y empezé a colocar la ropa en el armario.
Tenía pensado colocar en las estanterías algunas cosas que me traje de mi casa, solo quería ordenar todo cuanto antes, ya que mañana empezaba mi trabajo en una cafetería.
La verdad es que quiero empezar por trabajar en un café, porque al principio necesito algo de dinero hasta que luego consiga trabajar en lo que realmente quiero.

- Jiyong: ¡¡¡A CENAR CARIÑITO!!!

Me asusté del grito que pego mi hermano, aunque me extraña, es de esperar que mi hermano se vuelva loco y grite de la nada.
Entonces decidí ir al salón.

- ______: No seas como mamá o me voy de casa el primer día. -dijo fingiendo seriedad-

- Jiyong: Reconoce que ha estado gracioso. -ríe a carcajadas mientras sirve los platos-

- ______: ... - intenta poner cara seria- Enserio, no lo vuelvas a hacer, porfa.
-ríe-

Estuve charlando con mi hermano muy normal y cuando acabamos de cenar mi hermano se quedó en el sofá viendo series como siempre,yo me fui a mí habitación, estaba muy cansada del viaje.

Llegué a mi habitación y puse mi móvil a cargar, luego me acosté...
Era la primera noche que pasaba, y no me podía dormir, no paraba de pensar en que mi despertador no sonará o que me quedara dormida...
En cualquier cosa absurda que fuera capaz de destruir mi primer día de trabajo.

Tanto pensar, hizo que me durmiera a pesar de que estaba súper nerviosa por mi primera vez trabajando. Aún así, algo de esperanza tenía, pues ese día jamás lo iba a olvidar.

𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈 (Rehaciendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora