ιт's cold / ĸooĸтae

It's cold

—Agh... Maldita sea, ¿por qué hace tanto calor? Me siento como Olaf ahora mismo— se quejó el pelinaranja mientras tomaba agua helada de una botella y usaba su mano de abanico.

—¿Será porque estamos en pleno verano?— rio Jungkook viendo a su exagerado amigo. 

—Pfff... Qué idiota— Yoongi siguió caminando intentando ignorar las quejas de Hoseok.

Era verano y aquellos tres chicos habían aprovechado las vacaciones para reunirse unas cuantas veces antes de volver al instituto, siempre en el mismo lugar: El parque de diversiones.

Pronto cursarían su último año en el colegio y estaban seguros que cuando el momento llegara, no tendrían mucho tiempo libre para poder disfrutar de esas salidas al lugar que se había convertido en su favorito desde que tenían diez años. 

—Oigan, miren a ese tipo— Hoseok apuntó a un muchacho que pasaba cerca de la barca pirata.

—Qué raro.

—¿Eh? ¿Qué cosa?— preguntó Jungkook, quien estaba distraído comprando algodón de azúcar. Regresó a ver a sus compañeros sin saber de qué hablaban.

—Aquel— señaló Yoongi—. ¿No te parece extraño? Estamos a casi 38 grados y él lleva puesto una gorra, un abrigo y una bufanda.

—Tal vez tiene frío.

—¿A quién carajos le da frío en un día así? seguramente está loco.

—¡Ey! No deberían hablar así de alguien que no conocen— protestó Jungkook mirando enojado a sus dos amigos.

—Bueno, está bien, está bien, cálmate. Mejor sigamos, al fin y al cabo no es nuestro problema.

—¡Sí! ¡Vamos a los juegos!— gritó Hoseok eufórico y corrió emocionado hacia aquel juego que los muchachos llamaban 'El Martillo'— ¡Muevan el trasero abuelas!

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—Genial, ¡qué buenos amigos tengo! — bufó irritado el pelinegro intentando buscar con la vista a quienes eran sus dos acompañantes.

Justo aquel día había olvidado su celular en casa, restándole importancia creyendo que sus amigos estarían con él.

Seguramente me dejaron y se fueron a algún lugar juntos como la otra vez, desgraciados...

—¿Hmm?— Jungkook se sorprendió al ver pasar frente a él a aquel chico del que antes hablaba junto a sus mayores.

Sin razón alguna, decidió seguirlo a donde sea que éste se dirigiese. Al estar más cerca pudo notar unos cuantos mechones castaños que se colaban por debajo de esa afelpada gorra que llevaba.

Tierno... Pensó sin quitarle la vista de encima. No se había dado cuenta hasta que llegaron, de que lo había seguido hasta la salida.

—Maldición... Tengo que volver— dijo en un susurro, sin embargo, lo suficientemente audible para que el castaño lo oyera.

Taehyung escuchó una voz a sus espaldas, sobresaltado giró rápidamente para encontrarse con un pelinegro que lo veía avergonzado.

Todavía era relativamente temprano por lo que casi nadie salía del lugar, unas pocas personas pasaban a su alrededor, pero ambos parecían estar absortos en los ojos del otro.

—L-lo siento, yo... Eh... Estaba por salir, sí— soltó repentinamente Jungkook, bajando la mirada y sacándolos de aquel trance en el que se encontraban.

—Ah... Y-yo también— habló esta vez Taehyung, apreciando las facciones de Jungkook mientras éste seguía cabizbajo. El aludido sintió una intensa mirada, y al levantar su rostro se encontró muy cerca del de Taehyung, ambos se sonrojaron y apartaron sus ojos nuevamente.