Único

44 5 1
                                    

Sus ojos conectaron solo un segundo. Jimin creyó que su respiración se cortaba, el hombre ante él era alto, pálido, de cabello desordenado y oscuro, ojos finos y felinos, grandes manos con dedos delgados y huesudos. El rubio tembló desde el suelo, aquel hombre era intimidante.

El mayor se colocó en cuclillas y tocó el cabello rubio del menor, él no se atrevió a mirarle a los ojos.

-Tu nombre pequeño -la voz ronca del hombre puso los pelos de punta al joven.

-Jimin -susurro con temor.

-Bien, Jimin, vendrás conmigo -escuchar su nombre en los finos labios del pálido le dio una extrañas fuerzas. Asintió con lentitud.

El mayor cogió al menor del brazo con suavidad y lo levantó del suelo con facilidad. Se quitó su cara chaqueta y la colocó sobre el menudo cuerpo a su lado.

Ambos caminaron entre los charcos de sangre y cuerpos mutilados. Jimin sentía ganas de vomitar pero se contuvo con lágrimas en el borde de sus cobrizos ojos. De pronto sus pies descalzos dejaron de tocar el frío y sucio suelo, al levantar la mirada se encontró con la barbilla del pálido, estaba entre sus brazos.

-Me llamo Min Yoongi -Jimin asintió con suavidad y cerró sus ojos esperando salir del lúgubre lugar. El frío de la noche le hizo a pegarse más al cuerpo cálido del mayor.

Jimin volvió al suelo una vez llegaron al exterior del lugar. Yoongi le abrió la puerta de un gran coche negro, Jimin lo reconoció como un Sedán. Subió con temor de manchar algo o enfadar a su salvador. Una vez la puerta se cerró Jimin se abrazó a la chaqueta tratando de cubrir su desnudez. Yoongi entró en el lado del piloto. Encendió el motor y la calefacción , una vez en la carretera Jimin pudo cerrar los ojos en paz. Aún temía, sin embargo la suavidad con la que Yoongi le había tratado hacía que su corazón latiera agitado.

El coche se detuvo y Jimin abrió sus ojos viendo a través de la ventana y de la oscuridad de la noche una casa bastante moderna. Yoongi apagó el motor y abandonó el coche, lo rodeó y abrió la puerta de Jimin, esté no pudo poner un pie en el suelo ya que el moreno lo había vuelto a cargar como si se tratara de su tesoro más preciado. Ese pensamiento hizo sonrojar al menor.

-Agarrate a mi, pequeño

Jimin lo rodeó como si fuera un koala agarrado a su árbol. Yoongi agarró su cintura con una mano y con la otra abrió la puerta de la casa. Al entrar agarró a Jimin correctamente y cerró la puerta con su pie, el menor apoyo su mentón en su hombro derecho. Caminaron con cuidado hasta el baño de la primera planta.

Dejo al rubio sentado sobre la taza del váter y abrió el grifo para llenar la bañera. Abandonó el baño unos minutos, minutos que aprovechó el rubio para mirar el gran baño y ver como el agua cristalina iba llenando aquella bañera de acero esmaltado. Los pasos del mayor le hicieron girar su cabecita, el moreno traía ropa en sus manos. Después de colocarla en el lavamanos se acercó al rubio y acarició su sucio cabello dorado.

-Vamos a bañarte -Jimin volvió a temblar al escuchar su ronca voz, abrazó la chaqueta que lo cubría. Yoongi cogió al menor de las manos con suavidad y estiró de él para colocarlo de pie frente a él. Jimin se dio cuenta de que el mayor no era tan alto como le había parecido, tenían una altura similar- Necesito que te quites mi chaqueta para ducharte -dijo con una sonrisa. Jimin negó con rapidez- No voy a ver nada que no tenga yo -dijo con una sonrisa mayor ante la vergüenza del menor.

Se deshizo de la chaqueta apretando la mandíbula mientras Yoongi cerraba el grifo y comprobaba la temperatura del agua. Al girarse vio el pequeño cuerpo abrazándose a sí mismo, estaba temblando así que lo ayudó a entrar a la bañera.

Mercenario YMWhere stories live. Discover now